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PEDRO CERVILLA | Director de los servicios jurídicos y registro del Comité de las Regiones

"El euroescepticismo está relacionado con xenofobia y populismo, suelen coincidir"

"En las instituciones europeas hay menos funcionarios que en el Ayuntamiento de París; el gasto administrativo es ridículo"

Pedro Cervilla. ARCHIVO

El asturiano Pedro Cervilla regresa a Asturias desde su cargo en la Unión Europea como director de los servicios jurídicos y registro del Comité de las Regiones. Fue el primer director de Asuntos Europeos del Principado y defiende ardientemente a la UE y el europeísmo, pese a las enormes dificultades que atraviesa.

- ¿Qué significa "participación ciudadana"'?

-Todo y nada. El ciudadano participa en la vida política a través de sus representantes, pero lo que aquí discutimos es cómo ese ciudadano no se siente participe del proyecto europeo y cree que está formado por unas élites que están en Bruselas donde deciden sobre la vida de cuatrocientos millones de habitantes.

- ¿Y es así?

-Por supuesto que no. Quizá lo que falta es mejorar la comunicación para paliar ese sentimiento. En el Comité de las Regiones estamos intentando darle la vuelta al sistema y promover diálogos ciudadanos donde esa participación se plasme en algo concreto.

- Suena complicado.

-Lo es, pero hay que hacerlo. Nosotros estamos organizando desde finales del año pasado, 135 eventos locales de participación ciudadana. El primero se celebró precisamente en Gijón en octubre del año pasado, con el Consejero de Presidencia del Principado, Guillermo Martínez

- ¿Cómo participa el ciudadano?

-Hay varios modelos: conferencias con debate final, cafés debate, y debates en la red abierto a cualquiera que quiera participar. También hemos desarrollado una aplicación móvil donde a través de preguntas muy sencillas conocemos la opinión de residentes en todos los países.

- ¿Qué se hace luego con las respuestas?

-Cuando se agrupen las suficientes comenzará un proceso para que estas consultas ciudadanas tengan una expresión política a través del Comité de las Regiones. Se enviarán a los jefes de Estado y Gobierno para que se materialicen en políticas concretas.

- ¿Ya han sacado alguna conclusión?

-Por ejemplo, de momento, estos son los mayores problemas del ciudadano europeo: Paro, seguridad y terrorismo, integración de inmigrantes, medio ambiente, políticas juveniles y movilidad y transporte público. Otras preguntas que se hacen son en cuanto a qué autoridad pública se confía más, donde gana la Unión Europea.

- ¿Cree que aumenta el número de euroescépticos?

-Es muy difícil responder objetivamente. Según algunas encuestas sí que ha crecido, pero también depende de cada país. Por un lado tenemos el "Brexit" y por otro las elecciones de Francia.

- ¿Cómo definiría usted a un euroescéptico?

-Creo que suele estar relacionado con xenófobo y populista. No tienen por qué coincidir los tres, pero en gran medida, es así.

- En el caso de que hayan aumentado, ¿Por qué?

-Muchas veces a los políticos les da miedo la palabra Europa. La han usado durante muchos años para acusar a Bruselas de todos los males y era mentira. Los problemas estaban aquí y Europa trataba de mandar soluciones, luego se ponían medallas que nada tenían que ver con la realidad. Volver a poner a Europa como centro del debate va a ser importante.

- ¿Cuál es la mayor evolución europea para usted?

-Justo lo hablábamos mi mujer y yo. Para venir a Asturias desde Bruselas no hemos tenido que cambiar de moneda. En nuestros primeros viajes había que cambiar tres veces de moneda. Ahora eso parece obvio, pero hace unos años era muy diferente.

- ¿Los grandes males?

-La toma de decisiones. No puede ser que un Ministro de agricultura diga cómo van a ser ciertas políticas y que Asturias, Galicia o Cantabria, por ejemplo, no tengan nada que decir.

- ¿Sobran instituciones?

-No. En las instituciones europeas hay menos funcionarios que en el ayuntamiento de París. El costo de los eurócratas, el presupuesto comunitario global es el 1% del PIB de todos los estados miembros y, de ese 1% el 5% es el gasto administrativo. Es un gasto ridículo.

- ¿Qué ocurre con los refugiados?

-Europa no es la culpable, sino cada estado que no acoge al número de refugiados que le corresponde. Últimamente se está hablando mucho de mecanismos para echar a los estados miembros que no cumplen las normas, como Polonia o Hungría.

- Pero, ¿no hay otras soluciones?

-Creo que no se hacen todos los esfuerzos que se podría, pero no quiero meterme en ese asunto.

- ¿Qué significa la Unión Europea para usted?

-Es un espacio de libertad y democracia, de progreso económico y social y un espacio de movilidad.

- ¿Cómo ha cambiado Asturias desde la entrada en la UE?

-Antes estábamos encerrados en las montañas, mirándonos el ombligo. Hubo mucho escepticismo. Muchos decían "¿qué vamos a hacer en Europa?, eso no es para nosotros". Costó romper con la mentalidad y no estoy seguro que se haya conseguido del todo, pero está claro que nos ha beneficiado por completo.

- ¿Habrá más encuentros en Oviedo?

-Estamos pensando en celebrar otro durante la celebración de los premios Princesa de Asturias a la unión euro. Creo que podría ser interesante, sobre todo girando alrededor del premio de la Concordia.

- ¿Contento por volver a Asturias?

-Llevo 23 años viviendo en Bruselas pero soy asturiano de nacimiento y es una alegría volver a mi tierra.

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