Un marcador fluorescente que permite monitorizar la función y la actividad de la mitocondria (parte de la célula que le proporciona energía) en enfermedades muy diversas como el cáncer, determinadas cardiopatías o la diabetes, y también en los procesos de envejecimiento. Éste es el objeto de una patente con participación de investigadores asturianos que acaba de ser registrada y que, en el futuro, podría tener aplicaciones en el diagnóstico de las patologías antes citadas, o de otras.

La tramitación de esta herramienta innovadora prevé que, por el momento, esté en el mercado durante un año. Sus impulsores aspiran a que, en este plazo, surja alguna empresa dispuesta a explotarla a nivel internacional. Si eso sucediera, "sería posible perfeccionar este instrumento y darle un uso más ambicioso", subrayó María Dolores Chiara Romero, investigadora del grupo de otorrinolaringología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), integrado en la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Asturias (FINBA).

En el proyecto de investigación que ha dado lugar a estas sondas fluorescentes han participado también grupos de químicos y de químico-físicos del Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC), con los que el equipo del HUCA participa en una red colaborativa de excelencia de ámbito nacional. En el registro de la patente figura, asimismo, la Fundación para el Fomento en Asturias de la Investigación Aplicada y la Tecnología (FICYT).

"En el mercado existen ya otros marcadores, pero el que hemos diseñado mejora las prestaciones", explicó María Dolores Chiara Romero, cuyos trabajos de investigación están orientados de forma prioritaria a la biología molecular del cáncer. Entre las mejoras que aporta el nuevo marcador figuran más estabilidad y una mayor luminiscencia. Además, al no ser tóxico, "puede ser empleado en células vivas", precisó Chiara Romero.

Se trata de la primera patente que se gestiona desde la Finba, entidad creada por el Gobierno asturiano con el objetivo último de promover en la región la investigación biosanitaria y cuya sede se halla en un edificio anexo al HUCA.

Experimentos "in vitro"

Fueron investigadores del CSIC los que desarrollaron el compuesto fluorescente que marca de un modo muy estable (tiñe de un color determinado) la mitocondria de células vivas. El compuesto pigmenta una molécula, denominada carnitina, que forma parte de la célula y tiene la propiedad de poder atravesar la membrana de la mitocondria. "Esa entrada sólo se produce cuando la mitocondria está sana y funcional, no cuando está enferma", señala la investigadora de la Finba, quien matiza que todos los experimentos efectuados hasta la fecha han sido "in vitro", todavía no en humanos.

Los promotores del proyecto hacen hincapié en que estamos ante "una herramienta muy útil para el investigador", porque permite estudiar la función mitocondrial en una célula viva. Esta función está alterada en muchas patologías humanas. "En un principio no está previsto aplicar el marcador para una enfermedad concreta, pero hay síndromes hereditarios poco frecuentes que presentan trastornos mitocondriales y en los que podría tener un particular interés", indicó María Dolores Chiara.