A sus 96 años, Araceli Revuelta ha pasado 63 de ellos como misionera en Bolivia. Esta dominica praviana aprovecha cada momento para visibilizar "la realidad de mi gente", que atiende en el país andino. Tras comenzar los estudios de enfermería, siendo joven aún se marchó a Chile, aunque pronto se mudaría a la capital de Bolivia, donde se asentó hasta el día de hoy. Su encomienda allí fue y sigue siendo, pues aún continúa en activo, la de asistir a las mujeres en el parto. Si bien su trabajo en pro de los desfavorecidos va mucho más allá, dado que ayuda a cualquiera que lo precise, desfavorecidos "tan abundantes en la capital boliviana". Pero Revuelta dice que nunca descansa, y es que sostiene que"un buen misionero es aquel que sabe entregarse a la gente cada día". Por eso, en septiembre pondrá de nuevo rumbo a Bolivia.