Hasta 1.500 euros de multa puede acabar pagando quien se bañe en el mar cuando ondea la bandera roja y desoyendo las recomendaciones de los servicios de socorrismo del arenal. El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) reiteró ayer un llamamiento típico del verano después de que se produzcan incidentes con bañistas. El pasado sábado, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil tuvieron que intervenir ante la desobediencia de algunos usuarios.

"Los socorristas tienen entre sus funciones velar por su seguridad y advertirles de los riesgos que hay en cada momento", indicó el SEPA en una nota de prensa. El plan de salvamento en las playas asturianas señala que en "aquellas ocasiones en las que la seguridad y tranquilidad de los bañistas y usuarios se vean afectados por prácticas que contravenga las normas existentes los socorristas indicarán a los infractores la necesidad de cesar tales actividades y además, a través del Centro de Coordinación de Emergencias del 112 Asturias, informarán de esta situación para que se de traslado de los hechos a la Policía Local o Guardia Civil según corresponda".

Los servicios de emergencia resaltaron que caben sanciones ante la desobediencia por dos vías: bien a través de una ordenanza municipal o por medio de la normativa de la Dirección General de la Marina Mercante. Ambas normativas consideran que el baño con bandera roja es una infracción sancionable.

Los concejos de Gozón, Villaviciosa, Tapia de Casariego, Ribadesella, Castrillón, Caravia y Cudillero establecen en sus ordenanzas municipales multas por bañarse con bandera roja que oscilan, según cada municipio, entre entre 151 y 1.500 euros.

El SEPA recomendó a los usuarios de las playas que atiendan las indicaciones de los socorristas, que sean prudentes y que "hagan uso del sentido común". "Con este tipo de actitudes no sólo ponen en riesgo su integridad sino también la de aquellos cuya función es velar por su seguridad.