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Asturias se vio afectada por la intoxicación de atún que había sido congelado en el barco

El pescado, comercializado como fresco por una empresa de Almería y ya retirado, causó reacciones como picor de garganta, vómitos y cefaleas

Un atún. LNE

Asturias fue una de las comunidades autónomas afectadas por brotes de histamina (un tipo de alergia alimentaria) causados por el mal uso de atún que era vendido como fresco pero que, en realidad, previamente había sido congelado en el barco, en salmuera, a nueve grados bajo cero.

Los lotes que causaron la intoxicación en los primeros meses de este año habían sido comercializados por una empresa almeriense, y distribuidos en toda España y en varios países de Europa. Una operación conjunta de la UE, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas propició la intervención de los productos causantes de la reacción alimentaria.

"Las medidas adoptadas han sido efectivas, ya que desde su puesta en marcha no ha habido más brotes", declaró a este periódico Rosa Urdiales, directora de la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo, quien agregó que "en Asturias hubo algunos afectados, aunque en principio ninguno grave".

Según las autoridades regionales y nacionales, los afectados por la intoxicación alimentaria sufrieron episodios caracterizados por picor de garganta, rubor y sudor facial, náuseas y vómitos, cefaleas y eritema cutáneo. "Todos han evolucionado favorablemente", asegura la Agencia Española de Consumo Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan). La aparición de la histamina está relacionada con una mala higiene en la manipulación de los alimentos y, sobre todo, con una mala conservación del pescado, habitualmente una elevada temperatura durante periodos de tiempo prolongado. Además, resiste los procesos térmicos como los propios del cocinado.

La empresa de Almería había elaborado diversos productos con partidas de atún que se habían congelado y mantenido en salmuera en los barcos a menos nueve grados. El único destino autorizado para este tipo de atún era la fabricación de conservas de pescado, pero en virtud de este uso fraudulento pudo ser adquirido en forma de filetes o pequeñas cantidades en diferentes formatos, en pescaderías u otros tipos de comercios. Debido a estas malas prácticas, se registraron varios brotes de histaminas. La incidencia fue muy alta. "Es responsabilidad de los operadores de la industria alimentaria controlar la materia prima que van a utilizar para elaborar los diferentes productos, y en ningún caso pueden destinar a atún descongelado para consumo un atún que no cumpla la legislación, como ha sido el caso", indicó Rosa Urdiales.

Debido a este elevado número de alertas por histamina y a los fraudes detectados en relación con la venta como frescos de productos descongelados, se realizó una misión conjunta de las autoridades españolas con expertos de la Comisión Europea, para esclarecer la situación. Los representantes europeos, solicitaron a las autoridades españolas la adopción de medidas inmediatas para atajar el problema.

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