Una pareja asturiana podría enfrentarse a una multa, que oscilaría entre los 50 y 200 euros, por pernoctar en una autocaravana cuyo dueño la alquilaba a través de Airbnb en el barrio de Loiola, en San Sebastián.

El propio alcalde donostiarra, Eneko Goia, ha asegurado que esta mañana efectivos de la Guardia Urbana se han trasladado al barrio para identificar la autocaravana y a sus ocupantes e iniciar el procedimiento de denuncia por el desarrollo de una "actividad ilegal". La Policía Municipal de San Sebastián ha abierto un expediente sancionador al dueño de la autocaravana.

El propietario del vehículo, aparcado bajo un puente, lo anunciaba en el portal Airbnb como un alojamiento "sencillo y minimalista" en la capital donostiarra a partir de 20 euros la noche.

En el artículo 34.1 de la ordenanza de Civismo de la capital donostiarra se señala que "no se podrá acampar, instalar tiendas de campaña o vehículos a tal efecto habilitados en terrenos públicos o privados que carezcan de autorización para ello". "No se podrá cocinar o desplegar sillas y mesas en la vía pública", precisa el artículo, que fija para estos casos una "sanción leve de entre 50 y 200 euros".

El dueño de la autocaravana, por su parte, deberá hacer frente, al menos, a una sanción por desarrollar una actividad ilegal, ya que también tendrá que analizarse la situación administrativa del vehículo. El anuncio, publicado por un particular en Airbnb, ofrecía este peculiar "alojamiento", en una "zona tranquila, a veinte minutos" del centro" de la ciudad, dentro de una autocaravana aparcada bajo la autopista AP-8.

El precio estipulado por noche era de 20 euros para un ocupante, 30 euros para dos y 45 en el caso de que tres personas durmieran en el habitáculo que, según advertía su propietario, "no cumple con todos los lujos de una casa normal". "Se trata de un espacio más sensible y minimalista. Ahí está su gracia", afirmaba el anunciante, quien recomendaba que, en caso de acumulación de calor en el vehículo, se abrieran "suavemente" las claraboyas del techo y apuntaba que era mejor que los inquilinos trajeran sábanas o un saco de dormir.

Eneko Goia ha asegurado, en declaraciones a los periodistas, que "no es de recibo que se desarrollen actividades de este tipo en la ciudad" aprovechándose de "la buena fe de la gente o del interés que en un momento determinado puedan tener". "Ante este tipo de actividad ilegal tenemos claro que nuestra obligación es actuar y lo vamos a hacer", ha concluido Goia.