En lo que va de año han fallecido siete motoristas en Asturias, tres de ellos en los últimos dos meses. Además, hay que añadir 4 heridos graves y 13 leves con un total de 28 motocicletas accidentadas. Para frenar esta sangría, Tráfico inició el pasado mes de julio una campaña para concienciar a los motoristas de la necesidad de adoptar todas las precauciones y respetar las normas. En la campaña, los guardias de Tráfico han impuesto un total de 127 sanciones a 113 motoristas, la mayoría por exceso de velocidad.

Siete de las sanciones se impusieron a motoristas que habían tomado alcohol y drogas. Otros nueve carecían del seguro obligatorio y 16 no habían pasado la ITV. La mayor parte de las sanciones fueron por exceso de velocidad, un total de 57. Tres motoristas fueron sancionados por adelantamientos antirreglamentarios. Solo en cinco casos, los motoristas no llevaban casco o llevaban uno antirreglamentario.

Los controles durante la campaña, tienen lugar los días y horas en que se prevé un mayor número de desplazamientos en motocicleta, coincidiendo fundamentalmente con los fines de semana, y en las vías con elevada circulación de motos o con un elevado número de siniestros o infracciones. Estas circunstancias se dan fundamentalmente en las carreteras convencionales, donde se han producido la totalidad de los accidentes mortales en moto de 2017.

Además, el operativo se coordina para que puntualmente se pueda contar con un helicóptero equipado con el sistema Pegasus. Así, durante este fin de semana y coincidiendo con la vigilancia que el helicóptero de la DGT realizará con motivo del descenso del Sella, se controlarán especialmente las vías más frecuentadas por motos y bicicletas.

En los paneles de señalización variable con que cuenta la DGT se publicitan los períodos de actividad de la campaña, en alternancia con mensajes de sensibilización específicos dirigidos al colectivo.

Hasta el final del verano está previsto continuar los controles, con el objetivo principal de reducir la siniestralidad, concienciando a los conductores de la necesidad de extremar la precaución mientras conducen, adecuando la velocidad a las circunstancias climatológicas y de la vía, respetando la distancia de seguridad, manteniendo el vehículo en unas condiciones óptimas y recordando que lo único que separa al motorista de la calzada es su propio cuerpo.