"A quienes tienen conocimiento experto", alentó Javier Fernández en la inauguración de la Feria de Muestras, "les invito a reflexionar sobre si existen indicadores o no para alentar el optimismo". En respuesta al llamamiento presidencial, hay reputados economistas dispuestos a hacer visible que al menos el combate contra el victimismo tiene en la región otros adeptos además del presidente del Principado. Algunos de los consultados coinciden en encontrar razones para el destierro del derrotismo sin lanzar campanas al vuelo ni perder de vista los múltiples y graves problemas, sobre todo los de la velocidad en el impulso de los cambios que necesita la economía de la región y que sí empiezan ya, dicen, a asomar. "Es irrebatible que Asturias está mucho mejor, que ha sorteado una buena parte de los problemas que se cernían sobre ella en los momentos más oscuros de la reconversión" y que hay que romper con el pesimismo, que lleva a la "parálisis", empieza Juan Vázquez, catedrático de Economía Aplicada y exrector de la Universidad de Oviedo.
Después de agradecer que el Presidente mencionara en su discurso el estudio "Estrategias para la reindustrialización de Asturias", que Vázquez coordinó en 1992 dentro del equipo de Manuel Castells, el exrector hace suyo el tono de la prédica de Fernández justo antes de evidenciar que su problema "está en lo que le falta. Los retos, los problemas. La carencia de oportunidades de empleo para los jóvenes, las dificultades de los investigadores, la burocracia que impide que la creatividad rompa y salga a la superficie?" "Es un estupendo ejemplo de realismo sobre lo que somos al que le falta la parte de lo que queremos ser".
Sin "soltar las campanas al vuelo" le va a acompañar Joaquín Lorences, catedrático de Fundamentos del Análisis Económico. Coincide "en la necesidad de hacer una reconversión psicológica", argumenta que "la negatividad es un refugio de la ineficiencia" e identifica ya los primeros frutos del "enorme esfuerzo que está haciendo la región para salir adelante". Son "iniciativas embrionarias, todavía no de gran volumen pero sólidas y eficientes", que necesitan más "velocidad", pero existen. "El sector privado se está reorientando poco a poco hacia áreas de alto valor añadido. No sólo en la industria, también en los servicios, las comunicaciones y la informática, en las manufacturas y por primera vez, algo importante, en la sensibilización de la sociedad hacia nuestros grandes recursos culturales".
El viernes, el Presidente defendió la recuperación escogiendo indicadores económicos de dirección ascendente. El director general de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González, confluye en que "los datos son positivos". "Seguramente no van todo lo bien que sería deseable", se refrena, "pero hemos de ser conscientes de que venimos de diez años complicados para España y Europa". Los números, resume, "apuntan a mejor sin querer vender motos" y tras ellos "subyace un cambio de modelo económico hacia otro más abierto al exterior, más colaborativo y especializado". También comparte el llamamiento a la cooperación frente al enfrentamiento, entiende que en este terreno "sobra la gresca y falta altura de miras", pero añade que aquí "una cosa es el planteamiento teórico y otra distinta la ejecución".
La oposición política en Asturias no se dio por aludida ante las llamadas de Fernández a abandonar la "vetocracia" y el discurso del declive. La mayoría percibió un discurso agotado. "Lo de Fernández es palabrería sin contenido en su fin de ciclo. Nada hizo y de nada puede dar cuenta", afirmó Mercedes Fernández, presidenta del PP asturiano. Cristina Coto (Foro) confesó: "A muchos nos resultó violento escuchar a Fernández retorcer hasta el límite del cinismo nuestros malos indicadores para tratar de demostrar que Asturias está en la recuperación, lo que es falso".
Para Lorena Gil (Podemos), Fernández quiere hacer creer que "cualquier tiempo pasado fue peor, para hacer pasar por bueno un Gobierno carente de inventiva, iniciativa y voluntad para encarar los problemas". Y lo comparó con Dalí, ya que "parece huir de la realidad para refugiarse en el surrealismo". Gil añadió que Asturias no necesita "los mantras tibetanos de Fernández sobre el diálogo", sino empleo sostenible y servicios públicos de calidad.
IU admitió que hay indicadores en Asturias que mejoran, pero no se pueden sacar del contexto general del país, al tiempo que se precisan de medidas para consolidarlos. Pidió a Fernández que deje de "analizar los problemas desde la distancia" y se involucre con propuestas. Fernández dio una muestra más de su "desinterés por lo real" y de la parálisis en que vive. "Queremos hechos y no análisis de belleza poética. Al presidente le falta pasión; al PSOE, realidad y le sobra poética", indicaron en IU.
Ignacio Prendes (Ciudadanos) criticó el "discurso de monje budista, inmovilista y lleno de resignación", de Fernández, así como su insistencia en el mantra de un diálogo de la izquierda fracasado. "Asturias mejora porque mejora el país, no por sus políticas", valoró. Lamentó que Fernández no aprovechase una cita como la Feria para hablar de retos pendientes y que obviase la "gran estafa" perpetrada con la variante de Pajares.
Para el portavoz del PSOE en la Junta, Marcelino Marcos, es evidente que Asturias avanza. "Debemos estar orgullosos, y así lo resaltó un presidente, que si por algo se caracteriza es por la prudencia", indicó. Fernández, añadió, "hizo un llamamiento a ser leales con la realidad objetiva, porque si no lo hacemos, trasladaremos un mensaje erróneo". Y abundó en la mano tendida del presidente. "Sigue esperando. Sería bueno que Podemos, IU y el Gobierno nos sentásemos a debatir los asuntos que nos unen", encareció.
