Asturias ha sumado en lo que va de año 35 donaciones de órganos, una cifra muy superior a la registrada el año pasado y que, en buena parte, ha sido posible gracias al alto nivel de generosidad de los ciudadanos de la región. Un dato lo pone de relieve: sólo una de las familias a las que se solicitaron los órganos de su pariente fallecido respondió de forma negativa. Es decir, de 36 peticiones, 35 fueron afirmativas. También está siendo muy satisfactorio el ritmo de trasplantes de órganos: 85 frente a los 64 del mismo periodo del año pasado (las cifras completas figuran en el gráfico que ilustra esta información).

En 2016, a estas mismas alturas, se habían contabilizado 32 solicitudes de órganos, pero habían sido 5 las familias que respondieron no, lo que había dejado el balance en 27. Esta cifra terminó aumentando hasta 48 en el conjunto del año pasado. La cifra máxima anual de cesiones de órganos se registró en 2007, cuando se computaron 52.

En los tiempos recientes ha habido de todo un poco: años buenos, como 2014, con 51 donaciones; y ejercicios regulares, como 2015, con 45. Por el momento, parece olvidado un bajón como el de 2001, cuando se registraron sólo 28 donaciones de órganos.

La donante de mayor edad del presente ejercicio tenía 83 años, dato que viene a refrendar la tendencia creciente de aprovechar órganos de personas añosas. "En este caso fue posible extraerle el hígado, que estaba en muy buenas condiciones. Es importante elegir bien al receptor. En este tipo de situaciones, como en todas, se cuidan mucho los filtros que pasan los órganos", subrayó Dolores Escudero, coordinadora de trasplantes del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), único de la región que realiza extracciones e implantes de órganos.

El pasado 12 de julio se contabilizaron dos donaciones de órganos, un hecho no inédito en un solo día, pero sí poco usual. Aunque el verano es una época más proclive para ciertos tipos de accidentes, en ninguno de los dos casos el fatal desenlace se debió a traumatismos, precisó Benjamín Otero, miembro del equipo de coordinación de trasplantes, cuyo máximo responsable a lo largo de 31 años, Jesús Otero, se jubiló el pasado mes de junio.

Tres de los órganos extraídos ese día fueron implantados en el HUCA; otros fueron enviados fuera. El intercambio entre comunidades autónomas, e incluso entre España y Portugal, constituyen un hecho habitual en el mundo de los trasplantes.

"Las cifras de donación y trasplante en lo que va de 2017 son buenas, pero no conviene dejarse llevar por la euforia, porque los ritmos de donación son desiguales", indicó la doctora Escudero. No obstante, a nadie se le escapa que, de persistir el actual ritmo de cesiones de órganos, la nómina a final de año sería espléndida.

La concienciación de los ciudadanos a la hora de donar órganos ha ido mejorando de forma paulatina con el paso de los años en la región.

Aún así, también en este apartado se observan altibajos. Como ya se ha señalado anteriormente, el año 2016 había sido más bien malo en negativas familiares, con un total de siete, una cifra superior a la habitual en Asturias, pero que en el contexto nacional no está nada mal. Por el contrario, el año 2015 había sido inusualmente favorable en este apartado, con sólo tres respuestas negativas por parte de los familiares.

Un factor singular de los últimos tiempos es el despegue de los trasplantes de riñón proveniente de donante vivo. En lo que va de año se han practicado seis, y está programado uno más. Siete se efectuaron también en 2016.

Los expertos coinciden en señalar que este tipo de implantes ha de marcar una de las líneas de crecimiento de la actividad trasplantadora que se produzca en los próximos años.