"Asturias es una región de proporciones modestas que se agiganta en el mundo por la labor de sus emigrantes". Guillermo Martínez, consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, fue galardonado en el día de ayer con el premio "Memorial Joaquín Álvarez" que cada año entrega, en la Feria Internacional de Muestras de Gijón, el Centro Asturiano de Sevilla.

Juan Alberto González, presidente del Centro, valoró en Martínez el hecho de ser "igual de guerrillero" que quien da nombre al galardón, y a quien el mismo Joaquín Álvarez, "buque insignia del asturianismo en España", había definido como "un chaval muy serio y honesto, que va a llegar lejos", como recordó Concepción Álvarez, hija del fallecido.

La asociación hispalense entregó igualmente su "Madreña de bronce" al Concejo de Villaviciosa, a quien solicitó "que nos envíen unas botellinas de sidra para el escanciado solidario" que todos los años llevan a cabo en la capital andaluza.

En su intervención, González reiteró al consejero su petición de realizar un nuevo Congreso de Asturianía. "La emigración merece que Asturias haga el esfuerzo, de ese congreso ha de salir el futuro de la emigración asturiana en los próximos cincuenta años", aseveró González, cuyo guante recogió el consejero para asegurar que el evento tendrá lugar el año próximo.

Al acto acudió también Manuel de Barro, presidente de la Fundación Internacional de Centros Asturianos, quien quiso recordar cómo "antes se emigraba con una maleta y ahora con un título universitario" para terminar por enfatizar que "los asturianos de fuera aportamos valor añadido a Asturias".

El acto sirvió para hacer patente ese hermanamiento entre norte y sur, en el que "derrochamos asturianía por donde quiera que vamos", como explicitó María Arráez, secretaria del centro hispalense, "que somos los únicos que tenemos fabada y cachopo, además de sidra, en la Feria de Abril, a cuarenta grados", concluyó.