El grupo fundado por el emprendedor Ramiro Jaquete, conocido como el "rey del rancho", que abastece desde hace tres décadas a comedores militares, el complejo presidencial de La Moncloa y otros centros públicos, ha entrado en concurso a consecuencia de unas deudas por importe de cuarenta millones de euros. Jaquete, de 86 años, natural de la localidad de Masenga, en Villayón, donde pasó su infancia, dejó hace unos años el grupo a sus tres hijas, pero desde entonces la empresa atraviesa graves problemas económicos, que se traducen en el impago de nóminas a los trabajadores, motivo por el que han sido habituales las huelgas de sus empleados.

El concurso ha sido ordenado por el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid. Este grupo de origen asturiano y con sede en la localidad madrileña de Tres Cantos, engloba un conjunto de empresas vinculadas a la comercialización de carne, la hostelería, el catering y la limpieza. Con cerca de 3.000 empleados, viene suministrando el rancho de unos 30.000 militares -incluidos los mandos del Estado Mayor de la Defensa-, así como la limpieza del cuartel madrileño de El Goloso, el catering de las cafeterías de La Moncloa, pasando por hospitales como el Ramón y Cajal de Madrid o el de Jarrio en Coaña. Se desconoce quien abastecerá ahora a estos centros.

"Langosta de oro"

Ramiro Jaquete se fue con 17 años a Madrid para trabajar en un casquería propiedad de su familia a partir de la que construyó su grupo empresarial, gestionado ahora por sus hijas. En 2010, Jaquete recibió en Navia el premio "Langosta de oro" por su trayectoria profesional.

Los paros de los trabajadores por impago de las nóminas venían siendo una noticia recurrente. El pasado mes de mayo, por ejemplo, la treintena de trabajadores de los servicios de restauración y catering de Presidencia del Gobierno de España se pusieron en paro por los retrasos en el cobro de las nóminas.

También habían anunciado huelga en abril, pero pudieron cobrar sus nóminas adeudadas. Volvieron a la huelga en junio, y algunos decidieron denunciar a la empresa por su cuenta. Los trabajadores de las cafeterías del complejo de Presidencia afirmaban que el Grupo Ramiro Jaquete llevaba año y medio dilatando el pago de los salarios. Y según CC OO, cuando se realizaban los pagos, se hacían en mano.

El problema es que, según los trabajadores, ni los proveedores les servían ya, al parecer por el impago de las mercancías, y eran los propios camareros quienes tenían que ir a hacer la compra a los supermercados para poder abastecer las cafeterías.

La presencia de Jaquete y sus hijas en Villayón era bastante habitual en verano, aunque este años no se ha visto al emprendedor ni a su familia por el concejo, lo que ha hecho que los vecinos especulen con que pueden encontrarse enfermo. El año pasado sí estuvo una hija de Jaquete, habitual de las fiestas de Herías.