"Ser autónomo no significa estar solo" es la gran enseñanza que aprendieron los asistentes a la entrega de premios "Empresario Autónomo del Año", organizada por la Asociación Intersectorial de Autónomos de Asturias (CEAT-Asturias) en colaboración con la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), celebrada ayer en la Feria Internacional de Muestras.

Este evento pretende "visibilizar el esfuerzo diario de un colectivo plagado de actitudes ejemplares, ejemplos motivadores de humildad e ilusión", aseguró Ovidio de la Roza, presidente del colectivo organizador. Y, además, hacerlo poniendo en valor que, de los más de 75.000 autónomos que hay en el Principado, casi la mitad, alrededor de 31.000, son mujeres "por encima de la media nacional".

Y quienes mejor representan estos valores son las dos premiadas en el día de ayer, Mary Paz Prado, premio a la trayectoria empresarial y Natalia Díaz-Ordóñez, empresaria autónoma del año 2017.

La de Prado es una historia de emprendimiento a la fuerza. Tras la muerte de su marido, en el año 2003, se tuvo que poner al frente de "Carrocerías Blanco", empresa creada hace casi cincuenta años por el fenecido. "Esto no es para ti", "es un mundo de hombres" o "si no sabes lo que es un coche", fueron algunos de los comentarios que escuchó. "Era ama de casa, nunca había trabajado, no sabía dónde me metía", aseguró emocionada, "pero mi marido amaba tanto esta empresa que tuve que tirar para adelante con ella", aseveró Prado que hoy, tras años de formarse y aprender, puede presumir de sumar casi tres lustros al frente de la empresa, "un ejemplo de solvencia y la única del sector dirigida por una mujer". "Nada habría sido posible sin mis trabajadores, sin ellos no sería nada".

La historia de la restauradora de arte Díaz-Ordóñez es distinta pero tiene un factor común: la formación. "Los autónomos somos dueños y esclavos de nuestro tiempo", explicitó, "nuestra mayor ventaja es poder cambiar, adaptarnos y formarnos", aunque reconoce que "todos tuvimos impulsos de tirar la toalla". Sin embargo, "no estamos solos, somos lo que somos gracias a la gente que nos rodea", relató Díaz-Ordóñez que simplificó la clave del éxito en "empezar a correr antes de que nos pueda pillar el toro" y "no esperar a que te llamen, si no picar tú mismo todas las puertas posibles". Dos premios, dos ejemplos de que el emprendimiento autónomo, aún siendo la más sacrificada, puede ser la mejor de las opciones.