"Yo creo que todos somos ejemplares porque cada uno tenemos nuestras cualidades propias y especiales" afirma Loli Riva, presidenta de la asociación de vecinos La Capilla de Poreñu (Villaviciosa) y portavoz del colectivo que aspira al premio Pueblo Ejemplar de Asturias, uno de los más populares de la Fundación Princesa, que se otorga desde 1990. Este año son veinticinco los candidatos al reconocimiento al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano que haya destacado en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico. También pueden ser distinguidas aquellas iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad.
Singularidad, unión vecinal, respeto al patrimonio, historia y tradición asturiana son algunos de las cualidades que dicen poseer algunas de las veinticinco candidaturas para merecer el premio que tiene como recompensa la dotación económica de 25.000 euros y la visita de la Casa Real. "Todos los que ganan crecen en muchos ámbitos, este premio es un escaparate bestial tanto en Asturias como fuera", asegura Arsenio Díaz Marentes, presidente de la Asociación Vecinal de Mieres, una de los aspirantes.
Para todas las candidaturas de este año, a pesar de la dotación económica que "siempre es bien recibida", lo más importante es el reconocimiento: "Llevamos muchos años trabajando por este pueblo y sería como decirnos que todo el esfuerzo ha merecido la pena", confiesa Nerea Díaz, concejal de cultura de Proaza. Algunos ya saben que son "ejemplares" y lo único que les falta es "el reconocimiento", como cuenta el representante de la asociación "Todos juntos podemos" en Siero, Celso Roces. A pesar de los años, ya que varias de las candidaturas que se presentan han probado suerte en ejercicios anteriores, nunca se pierde la esperanza: "El hierro, a base de golpes, se dobla, ¿no?" dice José Álvarez , presidente de la asociación de vecinos de Cenera, antes de asegurar que no dejarán de presentarse hasta ganar. Para algunos como para Juan Manuel Martín, presidente de "El Cantu La Jorma", llevarse el premio "sería un sueño hecho realidad". Hay quienes enfrían el champán cada año por si suena la flauta, como el concejo de Pesoz o se sienten como "cuando un niño escribe la carta de los Reyes Magos y esperas a ver si te han traído ese regalo especial", como reconoce Viri Iglesias, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Piloña. Juan Menéndez Arango, presidente de "Amigos del Paisaje" de Salas lo resume así: "La competición da cierta emoción", pero, al final, todos somos asturianos".
