Francisco Menéndez Mancera (Salas, 1932) ha visitado a lo largo de su vida 49 países distintos y lo ha hecho siempre con los ojos bien abiertos, en busca de ideas que traerse de vuelta a Asturias para mejorar el turismo regional. Conocido como Frank Menéndez, fundó la Alianza Francesa de Oviedo en 1960, y en 1968 levantó la Escuela de Turismo, en la que formó a profesionales a los que recomendó siempre ver mundo y mantener una mentalidad abierta.
Turismofobia. "Ya en los momentos de la Fundación de la Escuela de Turismo, en 1968, había en Asturias quien temía la llegada masiva de visitantes. Había reticencias a que viniesen muchos a estropear nuestra tranquilidad. En la actualidad se ven muchos excesos, pero Asturias aún está libre de esta problemática. Al turismo hay que cuidarlo. Hay que evitar subidas desconsideradas en temporada alta porque desconciertan a visitantes y nativos. Hay zonas, sobre todo en el Oriente, en las que el primero de julio se duplican los precios. Además, hay que tener capacidad para dar un trato ideal y saber captar las necesidades de los visitantes".
El crecimiento del turismo en Asturias. "Cuando empezó la Escuela de Turismo había unas 4.000 plazas hoteleras en toda Asturias. Yo presenté una tesina en 1979 en la que analizaba que los cinco años anteriores y tanto la oferta como la demanda tenían un encefalograma plano. Había un hotel de cinco estrellas, cuatro hoteles de cuatro estrellas y unas cuantas pensiones. Ahora, sólo en Oviedo, ya hay más de 5.000 plazas. El panorama ha cambiado mucho. La Escuela formó parte en la época de la Asociación de Escuelas de Turismo de España, Anestur, de la que yo fui presidente. Y también de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Del mismo modo, fui durante muchos años representante de las instituciones españolas en la asociación europea que agrupaba a las escuelas de turismo del continente".
Trabajo por Asturias con empresarios del sector. "En la Escuela creamos, en 1999, los primeros cursos de posgrado de Turismo Rural de España, cuando la gente que venía a Asturias lo hacía principalmente por negocios o a visitar a la familia. Y promovimos una iniciativa que provocó la creación de la organización 'Fomento de Turismo del Principado de Asturias'. La presidía Pepe Cosmen y yo era secretario. Hace días, ordenando mis papeles y mi libros, encontré la carpeta con trabajos de aquella época y tengo pensado entregarlos al Principado para que consten en sus archivos. También me di cuenta de que más del 90% de las personas que formamos aquella organización ya han desaparecido y de que soy un superviviente de la época. Eso me hace pensar que me he hecho muy mayor".
Los ingredientes de un buen profesional del turismo. "Me acuerdo de que, cuando seleccionábamos a los alumnos para que empezasen sus estudios en la Escuela de Turismo, la mayoría llega a nosotros porque la familia o los amigos les había recomendado hacer carrera en el sector. Pero yo les decía siempre que no eligieran carrera que escogieran profesión. Que pensaran más en la actividad que iban a desarrollar después que en las asignaturas que iban a afrontar durante el curso. En esta profesión hay que tener los ojos muy abiertos, sentir curiosidad, ver lo que ocurre en otros sitios y adaptarlo. Y viajar mucho para conocer a las gentes de los países que un buen día vas a acoger. Hay que tener una mentalidad muy abierta. La experiencias que tuve en Francia, cuando me fui allí a estudiar con 17 años, o en el sur de España y los Pirineos, cuando me iba de vacaciones, me hicieron recoger ideas y pensar cómo se podían adaptar a Asturias".
Socio y colaborador de Tribuna Ciudadana. "Juan Benito, que colaboró estrechamente con la Alianza Francesa de Oviedo que ambos fundamos, creó algo enormemente constructivo en la ciudad, que fue Tribuna Ciudadana. Yo he sido socio, miembro y colaborador en lo posible. Es una actividad que yo admiro profundamente".
La felicidad que dan cuatro nietos. "Después de mi jubilación por edad me sustituyó en la Escuela de Turismo Carmen Rodríguez, una gran directora, que hizo un papel excelente y que organizó conmigo el traslado de las instalaciones de la plaza de la Catedral a la avenida de los Monumentos, donde la institución ha estado hasta la mudanza de este verano al polígono de Olloniego-Tudela. A Carmen Rodríguez la sustituyó Covadonga Vigil, actual y excelente directora. Yo me jubilé en 1998, pero seguí teniendo una responsabilidad directa hasta que me desvinculé por completo en 2009. Y ahora no tengo tiempo para nada porque, afortunadamente, tengo muchos hobbies. Los llamo mis 'masonerías' y son la montaña, los quesos -soy miembro de la Cofradía de Amigos de los Quesos-, la familia, el francés y los nietos. Tengo cuatro, que viven fuera, y que me llenan de alegría cuando vienen y también cuando se van (ríe)".
Medio centenar de destinos internacionales. "Además, tengo mi grupo de vinos, aunque no soy bebedor. Y mis viajes, porque siempre he viajado mucho. De hecho, mi mujer me preguntaba hace poco cuando habíamos estado en cada país que hemos visitado e hice un censo que sumó 49 diferentes. Viajé mucho también con Salvador Claramunt, catedrático de la Universidad de Barcelona que organiza excursiones con amigos de la Facultad y personales. Una vez, la Escuela organizó un viaje a Japón y nos fuimos 90. Pagamos 10.000 pesetas al contado y otras 1.848 pesetas al mes durante año y medio. Vimos un montón de cosas y fue perfecto".
Reconocido por los empresarios del sector hotelero. "Por principio, siempre rehuí todo aquello que me diese un protagonismo, que nunca he deseado salvo cuando era necesario por motivos profesionales. Acudí al homenaje que me hicieron la semana pasada los empresarios del sector turístico con un poco de pereza, porque ya estoy alejado de esos temas. Pero lo recibí muy agradecido por el honor que supone y fue muy agradable ver a colaboradores de hace tiempo. Y con alumnos, que ya me he encontrado en los lugares más insólitos: En Atenas, en la serranía de Málaga, dirigiendo hoteles en Sevilla o en Madrid y trabajando en agencias de viajes. Y siempre ha sido muy gratificante".
La incógnita del "Brexit". El primer visitante de España es el inglés y ahora tenemos la incógnita de cómo puede repercutirnos el "Brexit". Con respecto a Francia, veo que cada vez vienen más ciudadanos del país vecino. Yo admiro mucho la cultura y la civilización francesa, pero tengo conciencia de que los españoles somos muy distintos a los franceses. Con la proximidad, la relación es muy frecuente y mi mujer, en su época activa como profesora de Francés, organizaba viajes e intercambios de los que aún guarda muy buen recuerdo.
