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La Universidad grita libertad

Algunos rectores requieren de las autoridades más "flexibilidad" en la toma de decisiones sobre su funcionamiento y la selección del profesorado

El Gobierno es el telón de fondo de los problemas que rectores y exrectores de la Universidad española y otros órganos académicos identifican como obstáculos para que la institución ocupe el lugar que le corresponde dentro del sistema educativo. En algún punto del argumento destacará cierta demanda de flexibilidad, de libertad para tomar decisiones básicas sobre funcionamiento con margen de maniobra para la institución. "Arreglar la Universidad siempre requiere de una cierta exigencia, y a un político le resulta difícil exigir, porque nadie quiere que le exijan y reclamar más rigor y cumplimiento presupuestario se hace difícil", argumenta Manuel Villa Cellino. "Pero, al final, la educación es exigencia", remata el presidente del consejo rector de la Universidad Nebrija. Su reflexión lleva a Zulima Fernández, exvicerrectora de la Carlos III, a reclamar "más autocrítica" para el sistema universitario, sobre todo en lo tocantee a una oferta de titulaciones "desmesurada".

"Al final, la Universidad es un reflejo imperfecto de la sociedad en la estamos, que es muy sedentaria", aduce la exdirectora de la ANECA al hilo de los problemas para la selección de profesorado, al reclamar una intensificación de la movilidad, componente "fundamental" del sistema universitario al decir de Rafael Puyol, exrector de la Complutense, que recomienda tener cuidado "con las políticas de retención del talento, muy peligrosas por cuanto a veces no son más que una manera de justificar la endogamia".

¿Cómo acabar con la endogamia? "A veces se piensa que si se incorpora un profesor de fuera es como si viniera a quitarles el puesto a los de aquí", plantea Puyol. "Pero si no captas talento no compites en el mercado internacional", arguye Villa Cellino. Si bien el exrector de la Complutense aprecia una actitud "más favorable" y "flexible" a introducir cambios en el sistema de profesorado, no todos sus compañeros de debate comparten idéntico criterio. Según su visión, se percibe "una actitud más flexible que hace dos o tres años respecto a la gobernanza o la contratación del profesorado" y a su juicio es más que posible que la conferencia de rectores admita que cada Universidad pueda tener más margen de maniobra para decidir qué sistema de gobernanza o de selección del profesorado prefiere.

"Ojalá el Ministerio responda dando más libertad a las universidades", demanda Villa Cellino. También el exrector de la Universidad de Oviedo Juan Vázquez entiende innecesario "dirigir, obligar o decir a las universidades cómo hacer". "Es mucho mejor flexibilizar", enlaza. A él le parece que se están haciendo las cosas mucho mejor y que las condiciones actuales de la Universidad son más favorables que las del comienzo del siglo, pero también hace falta ser "más proactivos", demanda Zulima Fernández.

El rector de Oviedo, Santiago García Granda, aplaude el sistema vigente. "La acreditación es buena". "Lo que pasa que se ha convertido en un derecho", replica Salvador Ordóñez, exrector de de las universidades de Alicante y Menéndez Pelayo. "Como el sistema de oposición no se inventó nada mejor", sostiene el exrector López-Arranz...

"Arreglar la Universidad española es complicado porque necesitas exigencia a las propias instituciones y, sobre todo, a los estudiantes", insiste Villa Cellino, mientras Juan Vázquez resume el problema de la gobernanza universitaria con la impresión de que "desde hace dos décadas el Ministerio es especialista en que ellos legislan y otros pagan". Puyol añade: "No tenemos los sistemas de gobernanza adecuados para que la Universidad funcione mejor". Considera que en la CRUE existe disposición para mejorarla, pero "al final los cambios en la Universidad son el resultado de problemas no resueltos", resume.

"En un mundo tan dinámico, ¿no es la gobernanza el tema principal de la Universidad?", pregunta Villa Cellino. Hay muchos retos, concede, pero "sin un sistema de gobierno capaz de adaptarte a los nuevos tiempos y obligar a tus plantillas a actuar de una determinada manera no puedes afrontarlos", prosigue.

En las privadas como la Nebrija saben muy bien que cuando una Universidad no funciona bien lo primero que cambia es el equipo que la dirige. "Por eso la gobernanza es un tema prioritario", persevera Cellino. "Tendemos mucho a jerarquizar y supeditamos cambios en la gobernanza a cambios en la financiación, pero tan importantes son unos como otros", expresa Puyol. "No es la gobernanza el problema, sino cómo se deja gobernar al rector", precisa Juan Vázquez con el aplauso de López-Arranz, un punto que les permite avanzar hacia una nueva reflexión: "Lo que hace falta es captar talento, y que ese talento tenga proyección".

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