La Dirección General de Seguridad ha hecho públicos cuáles son los tres tramos de carretera más peligrosos de Asturias y en los que este organismo intensificará los controles de velocidad en el marco de la campaña de vigilancia que hará extensiva a todo el país. Estas localizaciones son conocidas como INVIVE (Tramos de Intensificación de la Vigilancia de la Velocidad) por la alta siniestralidad que presentan.

En Asturias los tres tramos más peligrosos son los de la N-632 de Cudillero a Canero (del punto kilométrico 96 al 108), el de la AS 117 de Riaño a Puerto de Tarna (del p.k. 0 al 3,91) y el de la N-634 de San Sebastián (N-I) a Lavacolla (A-54 y N-547) (del pk 525 al 548). Estos tramos van a ser sometidos a mayor control y vigilancia de la velocidad con medios policiales o automáticos. En España, La DGT ha identificado los 300 tramos más peligrosos de la red de carreteras convencionales del ámbito de sus competencias y se han señalizado con una señal fija naranja que se sitúa bajo la señal vertical de limitación de velocidad del tramo. La última actualización de dichos tramos se realizó en mayo y puede consultarse en la web del organismo.

Campaña de Vigilancia Especial

La Dirección General de Tráfico (DGT) realiza desde este lunes, 21 de agosto, y hasta el domingo día 27, una campaña de intensificación de los controles de vigilancia sobre la velocidad con el fin de concienciar a los conductores sobre este factor de riesgo.

Según subraya el organismo, más de 300 personas (una cuarta parte del total de fallecidos en las carreteras) mueren al año en accidentes de tráfico en los que la velocidad fue un factor concurrente, y cada año, más de un millón de conductores circulan a velocidades superiores a la permitida.

Además, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil duplicarán los controles en las vías convencionales, carreteras que presentan un mayor riesgo vial y que registran ocho de cada diez fallecidos. Según el último estudio de medición de la velocidad realizado por el organismo, cuatro de cada diez conductores circulan a velocidad superior a la permitida en las carreteras convencionales limitadas a 90 kilómetros por hora: un 25% supera la velocidad en más de diez kilómetros y un 12% en más de 20.