El Colegio de Geólogos de Asturias suma su voz a las que demandan un estudio profundo de los recursos hídricos del subsuelo. El presidente del colectivo profesional, José Antonio Sáenz de Santamaría, identifica la asignatura pendiente y el momento oportuno que para resolverla otorga el proceso de ordenación urbanística del área central recién emprendido en el Principado. De acuerdo con las asociaciones de hidrogeólogos que han incluido esta reclamación en un reciente informe, el Colegio ha exigido el análisis del subsuelo entre sus alegaciones al documento preliminar del Gobierno regional sobre la base de una certeza esencial: además de ser una obligación legal, trazar un mapa de acuíferos "podría evitar mucho desmán" y servir de alternativa para zanjar el largo debate sobre el abastecimiento del área central y la hipótesis de un nuevo embalse en Caleao (Caso).

En ausencia de estudios, los 3.000 hectómetros cúbicos de agua que puede haber bajo tierra son una estimación. Sí "conocemos", avanza, "que hay mucha agua subterránea en Asturias. Lo que falta es un estudio para confirmar qué parte es explotable". No cabe levantarla "a un precio que no sea razonable" ni desde más de mil metros. Pero "hay que ver cómo son los acuíferos, que características tienen, cuánta se puede sacar, a qué ritmo y con qué calidad y coste".