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Los antibióticos en el parto perjudican la flora intestinal del bebé, según un estudio

Un análisis a 40 recién nacidos asturianos concluye que los niños afectados pueden generar bacterias resistentes a los fármacos

Los antibióticos en el parto perjudican la flora intestinal del bebé, según un estudio

La administración de antibióticos a madres durante el parto altera la flora intestinal de los bebés y favorece la aparición de bacterias resistentes a medicamentos. Así lo revela un estudio del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), con sede en Villaviciosa y dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), tras analizar hasta los tres meses a 40 recién nacidos de la región. El trabajo, de dimensión internacional, parte de la base de que cualquier alteración en la microbiota intestinal en las etapas iniciales de la vida tiene un impacto en la salud, hasta el punto de que aumenta el riesgo de sufrir ciertas patologías.

Entre las alteraciones observadas en los bebés, la investigación destaca la reducción durante las primeras semanas de vida de los niveles de microorganismos de la familia Bifidobacteriaceae -los predominantes en un lactante sano- así como un incremento de las potencialmente patógenas Campylobacteriaceae y Helicobacteriaceae. No obstante, el mayor hallazgo del estudio es la relación existente entre los medicamentos en el parto y la flora intestinal como reservorio de genes de resistencia a antibióticos. Las llamadas superbacterias están consideradas la principal amenaza de la medicina moderna. "Es un problema clínico de primer orden. Supone que nos vamos a quedar sin herramientas para luchar contra las enfermedades", alerta el microbiólogo del IPLA y coordinador del trabajo, el avilesino Miguel Gueimonde Fernández.

El equipo de investigadores, formado también por científicos del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y de la Universidad de Parma (Italia), analizó muestras fecales de 40 niños y monitorizó la evolución de su microbiota durante los primeros 19 días de vida. De esos bebés, 18 nacieron en partos en los que se administró profilaxis antimicrobiana (penicilina) a la madre. Entre otras cosas, el trabajo demuestra que la administración de antibióticos es un práctica común, presente en aproximadamente el 30% de las operaciones.

"No se trata de cuestionar la práctica médica ni tampoco es un ataque a los medicamentos. El objetivo es optimizar la administración y buscar alternativas", explica Miguel Gueimonde, que pone el ejemplo de los fármacos que se administran cuando la embarazada tiene una rotura de aguas temprana. "Muchas veces se dan por si acaso y su empleo es cuestionable", agrega. El microbiólogo avilesino aboga por buscar estrategias o desarrollar suplementos dirigidos a minimizar los efectos secundarios en niños.

El trabajo forma parte de un proyecto más ambicioso ("Early Micro Health"), que convierte a Asturias en líder mundial en el estudio de la flora intestinal de los bebés. Los expertos del IPLA coordinan desde Villaviciosa un trabajo que cuenta con socios europeos y chinos. El reciente estudio, publicado este mes en la revista Microbiome, es por tanto solo el inicio. Los bebés seleccionados en esta ocasión fueron nacidos en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y el centro gijonés de Cabueñes. La idea ahora, detalla Gueimonde, es "estudiar más recién nacidos de la región y durante más tiempo". Lo ideal, según el científico, sería llegar hasta los 3 años y que ello implicase un seguimiento de su dieta mediante la colaboración de la Universidad de Oviedo.

De momento, el CSIC ya ha ampliado la muestra a bebés de centros de salud de Gijón y de Infiesto. La participación de los niños siempre se hace con el permiso de los padres y su estudio consiste en la recogida de información nutricional y clínica.

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