La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no expedientó de momento a hosteleros y lagareros asturianos por el supuesto "pacto del culín" para subir los precios de la sidra. El organismo advirtió en abril, en una carta dirigida al presidente de la Denominación de Origen Protegida (DOP), Tino Cortina, que el sector sidrero podría incurrir en una nueva infracción -en 1996, la comunidad fue castigada con una multa de 13 millones de pesetas- si se demuestra que hubo acuerdo para actualizar los precios.

La botella sin marca de calidad pasó este año en muchos establecimientos de la región de los 2,50 a los 2,70 euros. Los hosteleros niegan "rotundamente" que pactasen subir las tarifas, tras amenazar Competencia con sanciones: "No hubo ningún pacto. Aquí toda la vida se hizo igual: sube un chigrero el precio y detrás vamos los demás". La advertencia que hizo la Comisión por escrito, explican fuentes del organismo, responde a una medida de vigilancia. "Desde la CNMC hemos llevado a cabo una actuación de oficio dentro de nuestras labores de vigilancia de los sectores de actividad económica que realiza la CNMC. En el caso de que se incoe un expediente se publicará en la web", aclaran.

Competencia avisa en la carta en cuestión que "cualquier acuerdo o práctica concertada por parte de los lagareros podría constituir una infracción (de la Ley de Defensa de la Competencia) y dar lugar a un procedimiento sancionador". Por su parte, los turistas que visitan estos días el Principado aseguraron a este periódico que el coste de 2,70 euros por una botella de sidra sin DOP es barata en comparación con el vino y la cerveza "para ser un producto natural de tan buena calidad".