En las recepciones de los hoteles asturianos no queda constancia de un mes de julio con más registros de extranjeros. Incluso en términos absolutos, el mes pasado es el segundo de toda la serie histórica con más visitas de turistas foráneos, sólo por detrás del agosto de 2016. Sin dejar de ser el destino del norte en el que menos pesa el turismo extranjero, el sector acaba de encontrar ahí el gran clavo ardiendo del primer balance parcial del verano. En el recuento divulgado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) relucen los 43.122 huéspedes de fuera de España que han elegido el Principado al calor de la mejora de las conexiones aéreas internacionales y que han pasado aquí casi un diez por ciento más de noches que en el mismo mes del año pasado, pero a su lado menguan algunos otros indicadores globales.

En el cómputo total, Asturias cerró este julio con 3.000 viajeros menos que el pasado pero con una tendencia a alargar la estancia que ha elevado en un 1,3 por ciento el recuento de pernoctaciones. El panorama mejora si se abre el plano al resumen de los siete primeros meses del año y se comprueba que los establecimientos hoteleros de la región rondan ya el millón de visitantes y elevan las cifras del año pasado, el ejercicio en el que la región batió su mejor marca histórica de turistas.

Asumiendo la mejora, el sector invita también a un vistazo a la rentabilidad, que asigna a Asturias el ascenso más rácano de España -un 0,9 por ciento en julio-, y busca en la competencia del alojamiento en vivienda privada la explicación del retroceso en el número de turistas, que pasa por ser el primero registrado en un mes de julio después de tres consecutivos de incremento. Fernando Corral, vicepresidente de Otea, la patronal asturiana del turismo y la hostelería, percibe aquí el efecto de "situaciones que son una amenaza clara para el sector, como las viviendas de alquiler ilegal", y añade que la normativa que las regula, que está a punto de cumplir un año en vigor en Asturias, "no se está cumpliendo". "No lo hacen ni las plataformas ni los usuarios" y esa falta de observancia pone en grave riesgo al sector del alojamiento reglado, el que cumple las normas de seguridad, de impuestos, de prevención?"

Corral embrida el optimismo mirando al precio y al beneficio y reclamando iniciativas que saquen el turismo del verano, señalando por delante un "largo camino" pese a la evidente mejoría de los últimos años. Sí detecta, con el recuento de extranjeros en la mano, que al menos en lo tocante a las conexiones aeroportuarias "algo hemos hecho bien". El Gobierno regional ha entendido que hacía falta una estrategia de enlace de Asturias "con aeropuertos internacionales de primer nivel", pero indica la necesidad de sostener y elevar el ritmo de crecimiento, de hacer rentables los vuelos para las aerolíneas "creando productos turísticos que estimulen a los mercados en origen". Ejemplifica con la venta de las estaciones de esquí y el uso del vuelo directo a Lisboa para atraer clientela portuguesa, con la promoción del Camino de Santiago o con el paraíso por explotar del ciclismo de montaña. Añadiría un largo etcétera de empaquetados turísticos capaces de atacar la gran asignatura pendiente de la desestacionalización de la oferta turística asturiana y de expandir el beneficio más allá de su confinamiento en los meses estivales.

Los primeros indicadores del verano, mientras tanto, empiezan a cobrar lentamente los réditos del incremento de la oferta de vuelos directos al extranjero. Poco a poco, sabiendo que la cuenta parte de muy abajo, los hoteles asturianos han llegado a un dieciséis por ciento de visitas foráneas que no alcanzan el veinte de Cantabria ni el 27 de Galicia ni mucho menos se pueden comparar con el 46 del País Vasco. La recuperación, en el verano del récord histórico del turismo en España, ha llegado a Asturias con cerca de un millón de visitas en siete meses -938.824- y 1,8 millones de pernoctaciones para un 3,3 y un 5,3 por ciento de incremento, respectivamente, en comparación con el resultado del primer mes del verano de 2016. La ocupación media, del 56,69 por ciento de las plazas, rebaja por centésimas el 56,76 del julio anterior, se sitúa por debajo de los promedios del País Vasco y Cantabria y el repunte extranjero sostiene el balance frente a la pérdida de casi 7.000 clientes nacionales, compensada con un incremento casi en la misma medida del número total de noches que han pasado en Asturias. La estadística del INE confirma, por lo demás, la prevalencia de la Comunidad de Madrid entre los orígenes de los turistas que escogen Asturias: de la capital venía casi exactamente una cuarta parte de los alojados en hoteles del Principado el pasado mes de julio.