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M.ª DEL CARMEN GOUVEIA | Abogada, participa en el II Congreso regional de emigrantes, que se celebra el fin de semana en Cangas de Onís

"Los venezolanos piden ahora idéntico trato al que recibieron los emigrantes españoles"

"Uno no abandona familia, trabajo y casa para empezar de cero porque sí, muchos necesitan huir urgentemente"

María del Carmen Gouveia.

María del Carmen Gouveia es venezolana de nacimiento e hija de padres portugueses emigrados a Venezuela en los años cincuenta. Llegó a España en el año 2001 y, desde el año 2010, está inscrita en el Ilustre Colegio de Abogados de Gijón y colabora en el despacho de abogados García Díaz y Asociados en Gijón. Debido a la complicada situación de su país de nacimiento, actualmente presta servicios profesionales a venezolanos en materia de extranjería y emigración y es asesora legal de la comisión regional de inmigración del PP de Asturias. Este domingo, será la coordinadora de la ponencia "Venezuela, del paraíso al infierno", en el marco del II Congreso regional de inmigrantes y emigrantes en Asturias (Comigras).

-¿Por qué "Venezuela, del paraíso al infierno"?

-Hace cincuenta años Venezuela era el paraíso de la emigración española. Hoy es al contrario y ha incrementado exponencialmente el número de venezolanos que hoy emigran o retornan a España debido a la terrible situación venezolana.

- ¿Cómo fue su proceso de emigración a Asturias?

-Yo me vine a España con mi marido, que es español pero estaba en Venezuela por trabajo, y así fue cómo le conocí. En un principio vine con la esperanza de poder regresar, pero cada vez la situación se iba volviendo más complicada y al final decidí quedarme en Asturias.

- ¿Fue complicado?

-Cuando yo vine, la situación no era como la que hay ahora. Había muchas más facilidades. Yo, por ejemplo, entonces podía, acreditando muchos documentos y cumpliendo miles de requisitos, sacar dinero de Venezuela. Ahora eso es imposible y muchos de los que llegan a España vienen prácticamente sin nada.

- ¿Cómo es el proceso de emigración en la actualidad?

-Muy triste. Uno no abandona su país, a su familia, su trabajo, su casa y su todo porque sí. Muchos necesitan realmente huir. Sin embargo, el mayor problema es que una persona que en Venezuela puede tener una buena posición y un buen trabajo al llegar a España su capital se reduce muy bruscamente. Llegan partiendo de cero.

- ¿Algún caso concreto?

El de Ernesto Iglesias Menéndez, uno de los ponentes en el congreso de inmigrantes que se celebra este fin de semana en Cangas de Onís. Él es asturiano, nacido en Pola de Laviana, pero emigró a Venezuela hace años. Ahora regresó y se encuentra en una situación muy precaria por el cambio de moneda. Es algo que nos está golpeando muy fuerte.

- ¿Sobre qué asuntos va a girar su ponencia?

-La idea es tratar el tema de Venezuela desde diferentes puntos de vista. Será muy interesante porque cada uno es el protagonista de su propia historia y podrán dar a conocer realidades que a veces son desconocidas. Yo, al final, haré un recuento de todas las experiencias y expondré los motivos que llevan a un venezolano a emigrar.

- ¿Cuáles son los motivos principales?

-En realidad es algo ya conocido porque no paramos de ver lo que allí ocurre por televisión. Hay historias que son realmente dramas, como personas que mueren por no poder acceder a los medicamentos y no poder huir por no tener ningún vínculo familiar fuera del país.

- Vínculos que muchos tienen en España.

-Sí, y si eres hijo o cónyuge de un español es muchísimo más fácil pues se sigue la normativa comunitaria, que es mucho más flexible.

- ¿Y si no?

-Hay que tener mucho dinero. Los venezolanos sin vínculos tienen que demostrar que tienen 30.000 euros para poder emigrar, y ésa es una cifra inaccesible para la gran mayoría.

- ¿Cuál es el perfil del emigrante?

-Además de las personas mayores que emigran porque necesitan medicamentos, hay muchos jóvenes que lo hacen por la falta de trabajo o por conciencia, apoyados por sus madres, que se quedan en Venezuela porque es muy complicado que emigre una familia entera. Es como la "Lloca del Rinconín" de Gijón en versión venezolana.

- ¿Qué efectos espera que tengan la ponencia y el congreso?

-Yo pretendo hacer una llamada de reflexión y llegar a las autoridades en materia de emigración para que recuerden el principio de reciprocidad. Es decir, que traten a los emigrantes venezolanos igual y con la misma flexibilidad que como se trató a los emigrantes españoles hace cincuenta años.

- ¿Por ejemplo?

-En muchas ocasiones hay personas que no pueden, debido a la situación de Venezuela, aportar documentos vigentes. En el caso de las personas que, una vez en España, han conseguido una vivienda legal, muchas veces no pueden hacer la renovación por no tener el pasaporte vigente y pueden ser, incluso, expulsadas del país.

- ¿Debería o podría haber un cambio legal que facilite el proceso?

-Tampoco puedo exigir eso y tampoco pedimos privilegios, pero sí que creo que sería posible algo más de flexibilidad en los plazos, sobre todo, teniendo en cuenta la situación de nuestro país.

- ¿Se ha hecho algo para intentar cambiar esto?

-De momento hemos enviado una carta a la Oficina de Extranjería en Oviedo comentando este problema y pidiendo plazos más largos para aportar el pasaporte. Aún no hemos tenido respuesta, pero, claro, estamos en verano.

- ¿España está cumpliendo?

-A nivel diplomático, sí, pero luego voy con un cliente a la Oficina de Extranjería, le rechazan la renovación por no tener el pasaporte vigente y veo una contradicción. En Venezuela conseguir un pasaporte vigente es un proceso muy lento y pedirlo te convierte en enemigo del Gobierno.

- ¿Qué opina de las manifestaciones contra el Ejecutivo de Maduro?

-A pesar de todo, creo que son positivas. Estamos tan desasistidos allí que, al menos, sirven como llamada a la comunidad internacional.

- ¿Serán claves para cambiar la situación de Venezuela?

-No lo sé, sólo sé que nada cambiará hasta el Gobierno no cambie, porque desde hace ya tres años la situación se pone peor. Sin embargo, hay quien prefiere quedarse porque confía en que la situación cambiará. Es el caso de mi madre.

- ¿Cómo lo ve usted?

-En el fondo lo entiendo. Creo que sólo alguien que ha vivido en Venezuela puede entender que la gente confíe en ver su país como era entonces, pero si en algún momento necesita algún medicamento tendré que llevármela.

- ¿Cómo ve el presente y el futuro de Venezuela?

-Ahora mismo parece que nos han anulado del mundo y vivimos como en la época antigua en un mundo globalizado, pero yo también confío en que todo mejorará, aunque no creo que sea pronto.

- A pesar de lo terrible de la situación, ¿conoce de algún gesto de solidaridad entre la población?

-Aquí en Asturias tenemos la Asociación de Amigos de Venezuela desde hace un año y pocos meses. En ese tiempo ya somos más de cien asociados que tratamos de enviar medicamentos a Venezuela y ayudar a los que llegan a Asturias en lo que puedan necesitar.

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