El pacto alcanzado entre el Principado y Hunosa para la valorización química y térmica de residuos en la central de la Pereda abre la puerta a un proyecto de investigación pionero en España, "que llevará años". Es decir, la térmica de Mieres en ningún caso empezará a quemar de manera inmediata el combustible que se pueda obtener de las basuras de Asturias.

El acuerdo suscrito por la empresa pública, del que tiene conocimiento la SEPI, se enmarca dentro de la política de diversificación de la empresa pública minera y más específicamente en la obtención de energía a partir de residuos, una línea de investigación en la que ya cuenta con otros proyectos de distinta naturaleza. Con esta iniciativa, el Gobierno regional explicita la intención de situar a Hunosa a la cabeza de España en investigación tecnológica sobre residuos.

La declaración de intenciones firmada entre Fernando Lastra por el Principado y Teresa Mallada, presidenta de la empresa pública Hunosa, avanzada por LA NUEVA ESPAÑA en su edición de ayer, tiene como condición que la valorización química y térmica de residuos, de cara a su aprovechamiento futuro, no suponga para la empresa pública minera una variación en su régimen retributivo energético específico y de sus sistema de consumo, con mezcla de carbón y estéril.

Este proyecto llevará su tiempo. En el mejor de los casos tiene por delante varios años, ya que el Principado deberá construir antes la planta selectiva de residuos no reciclados, cuya tramitación administrativa no será precisamente sencilla.

El objetivo del Gobierno es tener operativa esta infraestructura antes de 2020. Hunosa subraya que este nuevo proceso de investigación será "uno más de los que se desarrollan en la actualidad" entre los que se encuentran la captura de dióxido de carbono, la obtención de metano de residuos agroalimentarios, que está llevando a cabo con el macelo de Gijón, o la conversión en gas de los residuos de la explotación ganadera de La Barbasquera (Gozón), que cuenta con 400 reses. En la actualidad, la térmica de La Pereda ya quema escombro puro, los estériles que desecha el lavadero de las mismas así como madera sin que las emisiones "se hayan visto afectadas, ya que están muy por debajo de lo que marca la ley", aseguran desde la empresa pública minera. La colaboración entre Cogersa y Hunosa no es nueva. La empresa minera ya monitoriza los puntos del actual vertedero de Serín que producen más gas para su captación y mediante una canalización llevarlo a una de las plantas de Cogersa. La puesta en marcha de este proyecto también abriría la puerta a la empresa minera para concurrir a líneas de financiación de la Unión Europea relacionadas con programas en I+D+i.