"Hemos salido a la calle y no nos vamos a esconder más". Las limpiadoras de hotel asturianas han salido a la calle para denunciar la precariedad laboral y la "esclavitud pura y dura del sector". Son las "kellys", un juego de palabras que hace referencia a las que limpian. Piden que se ponga fin a la externalización, que se adelante la la edad de jubilación y que se reconozcan las enfermedades laborales que padecen.

Admiten que convocar una huelga es muy difícil porque "la gente tiene mucho miedo a perder lo poco que tiene". "Sabemos que hay una lista negra pero no nos queda otra que salir a la calle", asegura Paloma Escobar, presidenta de Unión Kellys Asturias, la organización que agrupa a 165 camareras de piso en el Principado. "Trabajo seis horas y gano 600 euros, los hoteles están cada vez más llenos, trabajamos más y cobramos menos". En verano Paloma hace trece habitaciones con sus baños y sus zonas comunes. "Es uno de los trabajos más duros del hotel", recalca. Ana María Núñez se jubila este año como gobernanta del hotel Reconquista,"los camareros de restaurante tienen reconocidas las varices como enfermedad profesional, queremos que se haga un estudio ergonómico para ver cuáles son nuestras dolencias".