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Los riesgos de una mala comunicación en la montaña

La aparición de señales de orientación sin identificación alguna y de autores desconocidos en el parque nacional de los Picos de Europa puede llevar a confundir a los senderistas, con consecuencias fatales

Los riesgos de una mala comunicación en la montaña

Recientemente están apareciendo marcas y pintadas en el ámbito del parque nacional de los Picos de Europa, utilizadas posiblemente como señales de orientación, sin identificación alguna y de autores desconocidos. Algunas se parecen a las señales internacionales de senderismo (GR, PR), pero son de un solo color (rojo) y que evidentemente pueden desorientar y confundir a quienes se adentran en el corazón de los Picos, error que puede llevar a fatales consecuencias. El autor o autores de este desaguisado carecen de legitimidad y autorización para estas acciones y es posible que lo hayan realizado con nocturnidad, conscientes de su sancionable y peligrosa actividad para la mayor parte de montañeros y senderistas.

La Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (FEMPA) ya en su día indicó a los responsables del parque nacional la decisión de no autorizar ni homologar señales pintadas de senderismo en alta montaña y sí en cambio autorizarlas solamente en senderos de acceso a la baja y media montaña, puesto que dichas señales se utilizan para caminos, sendas y vías de fácil tránsito, aptas para la mayoría de las personas.

En alta montaña se entiende que quien la recorre conoce bien el terreno y utiliza otras herramientas de orientación como son la brújula, GPS, hitos de piedra, cartografía moderna y, sobre todo, un conocimiento importante del medio natural.

Hay que explicar que las señales internacionales de senderismo (pequeños rectángulos blanco con rojo (GR) y con amarillo (PR) son propiedad de la Federación Nacional (FEDME) y no pueden ser utilizadas sin la autorización de las distintas federaciones autonómicas que son quienes las homologan.

Por desgracia hay quien no comprende que pintar indiscriminadamente las rocas de caliza en la montaña, y de cualquier manera y color, incitan más al error que a la seguridad sea por lugares más o menos transitados o por vías directas de ascenso a la cumbre.

Quien no conoce bien el medio natural y, sobre todo el terreno de los Picos, es seguro que en un momento dado va a titubear y a escoger la peor opción. Esto significa que, o bien se es un experto montañero, o bien hay que atenerse a un guía especializado o acompañantes fiables. Una desorientación en Picos es sinónimo claro de rescate o de desgracia.

Desde la FEMPA entendemos que los responsables de los distintos refugios de montaña de Picos de Europa trabajen y luchen por atraer a montañeros y visitantes. Por ello han diseñado y creado el ya conocido "Anillo Circular Interrefugios de Picos", lo que significa un circuito del parque nacional que ya muchos ya realizan corriendo o por etapas. En relación a la posible señalización de este circuito, tanto las tres federaciones implicadas (Castellano-Leonesa, Cántabra y Asturiana) como la dirección del Parque Nacional, han decidido no autorizar pinturas ni señales de ninguna clase en relación a la orientación del mencionado anillo. Las razones son las ya expuestas anteriormente, al margen de la denigración que conllevan con el medio natural.

La FEMPA espera que la dirección del parque nacional adopte las medidas pertinentes y actúe en evitación de estas acciones que degradan un parque, único en el mundo por su belleza y excepcionalidad.

Estas desgraciadas pinturas son fácilmente sustituibles por una buena cartografía, con sus tracs incluidos, o también utilizar guías o expertos del recorrido. Las tres federaciones de Picos seriamos colaboradores de su difusión.

Finalmente hago un llamamiento al sentido común y a la responsabilidad de los colectivos montañeros para que, siendo conscientes del daño medioambiental que causan estas acciones, si son testigos de las mismas, denuncien inmediatamente a quienes las realizan.

Quede claro que la tropelía medioambiental no es causada por los montañeros ni por personas responsables y respetuosas con la naturaleza; al contrario, quienes hacen estas pinturas son gente desaprensiva cuyos objetivos no son precisamente deportivos ni favorecedores de la seguridad en la alta montaña.

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