La construcción del futuro vertedero prevista en la nueva estrategia regional de residuos se realizará en los terrenos del ya sellado tras quedar colmado , más lejos de la localidad de Campañones que el actualmente operativo. Este nuevo vertedero, de 16 hectáreas y 2,1 millones de metros cúbicos está destinado a almacenar residuos inertes que no deberían generar malos olores ni descomposición.
La construcción del denominado vertedero de rechazos tiene un coste estimado de 4 millones de euros dentro del capítulo de inversiones del nuevo plan regional de residuos, que asciende a 118,2 millones de euros. El emplazamiento de esta nueva instalación, dentro del recinto de Cogersa, es diferente del vertedero actual, a un kilómetro de distancia y más próximo a Campañones, según precisó Ángel García, el representante de Izquierda Unida en el consejo del consorcio de gestión de los residuos.
La mayor parte de la inversión en infraestructuras de la nueva estrategia de residuos, algo más de 50 millones de euros, está prevista para la construcción de la planta de valorización donde se separarán los residuos de la bolsa negra procedente de los municipios para reciclaje, para su conversión en combustible sólido recuperado (CSR) o para ser desechados. Los materiales rechazados en este proceso serán los que vayan al futuro vertedero, incorporado ahora en la nueva estrategia regional, que descartó definitivamente la incineradora para tratar las basuras. "Si la planta de valorización es de tecnología avanzada esos rechazos serán inertes y debidamente esterilizados, de tal forma que no tendrán olores ni descomposición", indicó Ángel García, técnico en gestión ambiental, quien aseguró que "si el Gobierno hace las cosas bien, la nueva instalación no causará molestias a los vecinos".
