La diputada y portavoz de Foro en materia de agroganadería, Carmen Fernández, ha afirmado hoy que el cumplimiento del II Plan de gestión del lobo y de las Resoluciones de la Junta General que instan al Principado a publicar los datos de los daños es la prueba del nuevo del consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, para tener credibilidad, puesto que resulta "más que sospechoso el secretismo con que se ha aprobado el Baremo de los daños producidos por las especies cinegéticas y la fauna silvestre sobre el ganado y los cultivos, y más sospechosas aún las omisiones de su contenido, plasmado en la Resolución de 17 de mayo de 2017 de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales".

Para Carmen Fernández, "el baremo provisional de daños que publicaba hasta ahora el Gobierno de Javier Fernández con el mayor de los secretismos es lamentable y precisa una revisión rigurosa e integral antes de su aprobación definitiva, y prueba de ello la constituye el hecho de que la propia Resolución prevea un mecanismo de participación ciudadana mediante la publicación en la página web del Principado de Asturias, a efectos de aprobar el texto definitivo, del baremo de tasación, en lugar de hacerlo, al menos, en el Boletín Oficial del Principado de Asturias".

La diputada de Foro ha anunciado el registro de una batería de iniciativas parlamentarias "tendentes a conocer el grado de consenso de la norma respecto a los sectores implicados como son los agricultores, ganaderos y cazadores, así como respecto a ciertas omisiones de la Resolución, que aún no han obtenido respuesta, como por ejemplo la absoluta ausencia de referencias a valoración del ganado porcino, a pesar de que Asturias cuenta incluso con una raza autóctona en peligro de extinción como es el gochu asturcelta, que también padece los daños ocasionados por la fauna salvaje y las especies cinegéticas".

Carmen Fernández aprecia que el documento sigue "una curiosa metodología", al valorar un incremento patrimonial porcentual respecto de las especies animales inscritas en libros genealógicos, si bien en algunas ocasiones refiere expresamente por su nombre a las razas autóctonas asturianas, como sucede con el asturcón, o la asturiana de los valles y de la montaña, o la pita pinta, mientras por ejemplo no refiere de forma expresa la oveja xalda o la cabra bermeya, limitándose a una referencia genérica a animales incluidos en libros genealógicos, excepto para la cabra de cachemira, mientras no se menciona la bermeya, que es la raza autóctona asturiana o incluso otras razas con mayor presencia en el Principado de la cabra de cachemira, advierte la diputada de Foro.

La parlamentaria forista sostiene que "valorar expresamente a efectos indemnizatorios la cabra de cachemira mientras no se cita la oveya xalda o la cabra bermeya es, además de una estafa, un auténtico insulto para las razas autóctonas asturianas. También sorprende la ausencia de referencia al ganado porcino, a pesar de contar en Asturias con el gocho asturcelta, raza autóctona en peligro de extinción. Y en materia vegetal, sólo se incrementa el valor de los daños a la faba certificada por el Consejo Regulador, omitiendo el mayor valor de la uva y la manzana de variedades certificadas por los Consejos Reguladores de la Denominación de Origen Protegida (DOP) del Vino de Cangas o de la Sidra de Asturias, cuestión discriminatoria y carente de la más mínima objetividad".

Carmen Fernández añade que "la Resolución omite adjudicar ningún tipo de mejora en la valoración de los productos ecológicos certificados por el COPAE cuyo coste de producción y valor en el mercado es superior al resto, razón que indica claramente que, según lo aprobado por la Consejera, o bien el coste de estos productos no se cubre con el valor indemnizatorio adjudicado a los mismos o bien el resto de productos estarían sobre valorados, ya que no se puede atribuir idéntica indemnización a productos con costes de producción y valores de mercado meridianamente diferentes".

"Fernando Lastra, como nuevo responsable en la materia, debe explicar si en la Resolución definitiva, cuya elaboración ya ha encomendado a la Secretaría General Técnica de su Consejería, se corregirán estos errores y omisiones, y si se han contado con los colectivos de agricultores, ganaderos y cazadores a la hora de elaborar esta Resolución que se deja en el tintero muchos bienes y productos típicos del campo asturiano así como otros daños colaterales ocasionados", finaliza Carmen Fernández.