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Asturama

Una pesadilla llamada septiembre

La mayor parte de los padres deja las compras para el último momento y lamenta no poder reutilizar los libros

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La pesadilla de la vuelta al colegio

Durante décadas se habló de la "cuesta de enero", la subida de precios de determinados servicios que se modificaban anualmente en el primer mes del año, agudizada además por los gastos navideños. Ahora hay que sumar una nueva pendiente económica a la que comienza tras las campanadas, "la cuesta de septiembre". Estos días los padres salen a la calle junto a sus hijos, para adquirir los libros de texto, material escolar y uniformes. "Más o menos entre libros y material escolar hemos gastado unos 300 euros. Este año tenemos la suerte de que el uniforme del año pasado le sirve, por tanto solo hay que sumar 119 euros mensuales de comedor, 43 de una guardería matinal y algo más para la extraescolar a la que va al mediodía. Llegamos muy justos porque no recibimos ayudas, las cotas son demasiado bajas", explica Mariola Casas, madre del pequeño Luis Riesgo, sobre su particular pesadilla de septiembre.

Uno de los debates más habituales entre los progenitores de aquellos que ya se encuentran próximos a la vuelta al cole es si esperar a última hora o adquirir lo necesario con antelación. "Hemos ido mirando todo el verano. Aprovechamos el banco de libros de la Cruz Roja. Aún así, muchos no se pueden reutilizar, ya que o cambian mínimamente las ediciones, o hay que escribir demasiado en ellos. Por tanto el gasto se nos irá a unos 400 euros por cada uno de los niños, entre libros y material escolar", asegura Javier Fernández, junto a sus hijos Mateo y Hugo, ambos en edad de acudir a la educación Primaria.

Sin embargo, casos de previsores como Fernández eran más bien escasos. "Todavía no empezamos a pensar en ello. Esperaremos a los días previos al inicio. Calculamos unos 300 euros en libros y otros 100 por el material escolar. En resumen, entre los dos hijos se nos quedará en unos 800. El gasto sí qué lo teníamos mas o menos planificado", apunta María San Martín.

Otros de los que esperan al último minuto para complementar las adquisiciones previas al inicio del curso son Patricia Moreno, José Riesgo y su hija Ángela. "Hemos apurado hasta última hora para venir a comprar las piezas del uniforme que nos faltan. Por suerte, no necesita uno completo, eso se nos iría a otros 180 euros", comenta Moreno. Esta familia enfrenta además la modernidad de los tiempos y la transición del papel al digital. "Los libros son digitales, y la licencia cuesta unos 300 euros. El problema es que a eso hay que sumar un portátil para que lleve a clase. El ahorro con los libros digitales realmente no existe. Sale más o menos igual que los libros de texto en papel", añade Moreno, que aún así afirma "que la vuelta al cole no le supone un mayor problema al tener una sola hija". La otra cara de la moneda, la de los dependientes de librerías que obtienen un importante repunte en sus ventas en esta época del año. "Los libros suelen salir por unos 300 euros de media, pero puede variar mucho según los que les pidan en el colegio. Luego el gasto medio por alumno en material escolar es de unos 60 euros mínimo por cabeza", puntualizan varios libreros de Oviedo, que sin embargo, no coinciden en sus métodos de venta. "A estas alturas ya hemos despachado un noventa por ciento de la demanda", afirman unos, mientras otros señalan: "A estas alturas son muy pocos los que han venido a por ellos. Los tienen reservados, y los suelen recoger en la semana previa al inicio de las clases".

Entre tanto baile de cifras, basta charlar con los padres para darse cuenta de que cada vez son menos los que acuden a servicios de comedor o transporte. "Es un gasto que tratamos de ahorrarnos, ya tenemos bastantes con los demás que son obligados", aseveran la mayor parte de los consultados por LA NUEVA ESPAÑA.

Además, una mayoría coincide en sus quejas sobre las editoriales de libros de texto. "Tengo tres hijos y se me hace muy complicado llegar a fin de mes. Intentamos coger cosas prestadas de vecinos y amigos. Pero lo de las editoriales es una vergüenza, hacen los libros de manera que solo sirvan para un año, y eso nos supone un quebradero de cabeza", sentencia Rosa de la Fuente.

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