¿Cuántos ejemplares se pueden abatir en Asturias para controlar la especie? El plan de control 2017-2018 fija un cupo de extracción de 45 lobos, al igual que en la campaña anterior. Por zonas de gestión, el cupo se distribuye de la siguiente forma: 3 en el noroccidente, 7 en El Palo-Esva, 5 en el suroccidente, 10 en el centroccidental, 6 en el área central, 10 en el centroriental y 4 en los Picos de Europa (quedando excluido el Parque Nacional, que cuenta con un programa de actuación específico).
¿Por qué 45 lobos, y no más o menos? La Administración determina el cupo a partir del análisis de los datos poblacionales de la especie, la evolución del número de daños y el grado de conflictividad existente. Según los últimos censos, en 2015 y 2016 había 37 y 38 manadas, respectivamente, y los datos se mantienen estables con respecto a años anteriores. Por otro lado, los expedientes por daños se redujeron un 21% entre 2012 y 2016 mientras que el importe de las indemnizaciones, un 28%. En la pasada campaña, el lobo atacó a 3.494 cabezas de ganado (1.250 de ovino, 1.012 de equino, 713 de bovino y 510 de caprino) y las indemnizaciones alcanzaron los 833.856,48 euros.
¿Cómo se realiza el control del lobo? El método básico son los aguardos o los recechos realizados por la Guardería del Medio Natural. El II Plan de Gestión de la especie establece como apoyo para alcanzar los cupos asignados a cada zona de gestión que en las reservas regionales de caza se podrán abatir ejemplares en las cacerías legalmente autorizadas de otras especies. Asimismo, el programa de este año recoge, con carácter más limitado y en zonas de presencia no permanente del lobo, la posibilidad de autorizar a los cazadores para que de forma planificada puedan abatir ejemplares en las zonas con mayor número de daños tanto en la modalidad de rececho (corzo y venado) como en batida (jabalí). Esta medida es la que pondrá este mes en práctica el Gobierno.
