La versión 2.0 de la integración javierista frente al "nuevo PSOE" que proclaman los sanchistas asturianos. El debate entre Adrián Barbón y José María Pérez escenificará mañana, lunes, las dos visiones enfrentadas sobre el futuro que aguarda a la Federación Socialista Asturiana (FSA). El "cara a cara" entre los dos candidatos a la sucesión de Javier Fernández como secretario general de la FSA supone el aldabonazo a una campaña que se prolongará hasta la víspera de las primarias, programadas para el próximo domingo 17 de septiembre.
Aunque el calendario marca para mañana el inicio de la campaña interna socialista, ambos candidatos llevan más de dos meses de periplo a lo largo de las 74 agrupaciones socialistas de Asturias para desgranar sus mensajes, bien diferentes; unas diferencias acentuadas a raíz de las posiciones mantenidas antes y después del comité federal del 1 de octubre del pasado año, una fecha que ya ha entrado en el santoral y martirologio de la familia socialista. Más de 8.300 afiliados de la FSA tienen por delante las dos últimas semanas para decidir quién lleva el timón del partido en Asturias tras los 17 años de liderazgo de Javier Fernández, "quizá demasiados" como el secretario general saliente reconoció en su entrevista en LA NUEVA ESPAÑA del pasado mes de julio.
El alcalde de Laviana, Adrián Barbón, parte en esta carrera en lo más alto de la "ola sanchista", que tomó vuelo con la contundente victoria de Pedro Sánchez en las primarias federales y tuvo confirmación en el 39 congreso del PSOE, celebrado en junio pasado. Barbón compromete un "un nuevo PSOE", en el que las bases, los afiliados, tengan la última palabra ante decisiones tan relevantes como los pactos y alianzas, ya sea para formar gobierno en los ayuntamientos o en el Principado. Es el paso de la política representativa a la toma de decisiones directas, un compromiso también adquirido por Pedro Sánchez en el ámbito federal y que tiene como objetivo que no se vuelvan a repetir episodios como los que sacudieron al PSOE antes de la última investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno. El alcalde de Laviana fue una de las voces más firmes del "no es no" en Asturias, junto a Adriana Lastra, hoy "número dos" del PSOE federal , María Luisa Carcedo o el sindicalista minero José Luis Alperi.
Barbón aboga por la reconstrucción del partido devolver la ilusión a la militancia socialista para lo que promete dedicación exclusiva a las tareas orgánicas. Ya ha confirmado que no será el cartel electoral del PSOE en las elecciones autonómicas de 2019. Una decisión idéntica a la también anunciada por su contrincante. Quiere dinamizar las agrupaciones, multiplicar el apoyo a las de los pequeños municipios y crear una específica para donde los concejales socialistas están en la oposición. Barbón aboga por un nuevo marco de relaciones con la izquierda y abre la puerta a un, por hoy, prácticamente imposible entendimiento con Podemos.
José María Pérez, portavoz del PSOE en Gijón, no es alcalde, precisamente, por el veto de la marca blanca de Podemos y sostiene que tres no pueden pactar si los otros dos interlocutores, especialmente la formación morada, no quieren. Pese a no correr los mejores vientos, puertas adentro del PSOE, para reivindicar a Javier Fernández, el exdiputado autonómico defiende que el partido necesita en Asturias un proceso de integración similar al que el expresidente de la gestora afrontó cuando llegó a la dirección de la FSA, en 2000, y el partido estaba sumido en una batalla sin cuartel entre arecistas y villistas, renovadores y guerristas.
"Soy testigo de esa integración, yo entonces no voté a la candidatura de Javier", ha repetido en sus reuniones con afiliados en los últimos dos meses, que le han llevado a recorrer más de 8.000 kilómetros por toda la región. Pero quiere ir un paso más allá. "Los problemas, la realidad de Asturias es muy diferente a la de dos décadas atrás y requiere respuestas diferentes", sostiene. La versión 2.0 del javierismo. La adaptación al modelo productivo que requieren los nuevos tiempos y la necesidad de un debate interno sereno, leal y sincero, "sin pensamiento único", forman parte del corpus de propuestas y mensajes que traslada a la militancia.
José María Pérez ha hecho hincapié en el modelo territorial y de organización de país que comparte para dar respuesta cuestiones inmediatas, como Cataluña o la reforma del sistema de financiación autonómica, un discurso con el que pretende marcar distancia y diferencias con su rival por la secretaría general. Asume el concepto de España como país plurinacional, aprobada en el congreso federal de junio pasado, pero advierte que es preciso desarrollar "en qué consiste y cómo se organiza el país" y defiende que "algunos queremos un estado solidario, basado en la igualdad y la cooperación (...) Desde Asturias tenemos que plantear nuestra opinión respecto a lo que debe ser España y yo quiero defender un país organizado en base a la defensa de la igualdad y no a las cuestiones identitarias".
Uno de los, a priori, pocos puntos en común entre Adrián Barbón y José María Pérez hay que buscarlo en el relevo generacional que supondrá victoria de cualquiera de los dos. La FSA está a punto de dar un salto de, al menos, un cuarto de siglo, en la edad de su dirección. El secretario general saliente, Javier Fernández nació en 1948 mientras que los dos aspirantes son de la década de los setenta, Pérez de 1972 y Barbón de 1979. El futuro del socialismo está en sus manos.
