Penas más altas que en las grandes tramas de corrupción del país. Al catedrático de Derecho Constitucional, Ignacio Villaverde, le llama "especialmente la atención" la diferencia de condenas entre el "caso Marea" y operaciones mediáticas y "más graves", como "Nóos" o "Malaya". Las asturianas son por lo general "más duras". Villaverde compara las pena de 9 años y medio impuesta a María Jesús Otero, la exdirectora general de Planificación del Principado, con los 6 años y 3 meses que le cayeron a Iñaki Urdangarín. Tampoco hay equiparación con el exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, que fue condenado a 2 años de cárcel dentro del caso "Malaya".
El profesor de Derecho Penal Jesús Bernal huye de comparaciones: "Son delitos distintos y el número también es más elevado". Por seguir con la comparativa de Otero y Urdangarín, a la número dos del exconsejero de Educación Riopedre se le imputan los delitos de prevaricación, falsedad en documento oficial y mercantil, malversación de caudales públicos y cohecho. Por su parte, al marido de la infanta Cristina de Borbón se le acusa de prevaricación, fraude a la Administración, tráfico de influencias y delitos contra la Hacienda Pública. La pena del exduque de Palma se asemeja más, en la versión asturiana, a la de José Luis Iglesias Riopedre, condenado a 6 años por prevaricación, falsedad en documento mercantil, fraude a la Administración y cohecho.
Jesús Bernal no aprecia tantas diferencias entre el caso asturiano y el balear como Villaverde. "En 'Marea' la mayoría de los acusados acumulan entre seis y nueve años", sostiene. En la operación "Nóos", la Audiencia Provincial de Baleares impuso la mayor pena a Diego Torres, mano derecha de Urdangarín. Fueron 8 años y medio de cárcel, aún por debajo de la máxima de "Marea", que son nueve y medio. Más de lo mimos pasa con el caso de las "Tarjetas black": a Rodrigo Rato le cayeron 4 años y medio.
