El papel de la militancia en las decisiones sobre alianzas con otros partidos y la integración de la candidatura que salga derrotada de las primarias marcaron ayer las mayores distancias entre los dos aspirantes a la secretaría general de la Federación Socialista Asturiana. Adrián Barbón y José María Pérez dejaron patente la existencia de dos visiones contrapuestas de partido en la hora y media de un debate histórico para el PSOE asturiano, del que estuvieron ausentes los "pesos pesados" de la FSA. El "cara a cara" discurrió con corrección, al margen de pullas que tensaron el debate en momentos puntuales.

Adrián Barbón confía en aprovechar la ola sanchista para imponerse en las primarias del domingo 17. "Dimos la cara cuando todo el mundo pensaba que Pedro Sánchez iba a perder y por suerte acertamos", esgrimió el alcalde de Laviana, quien hizo bandera de las resoluciones aprobadas en el 39.º Congreso federal, como enganche para "recuperar la credibilidad y el apoyo que habíamos perdido". Barbón defendió un PSOE "más participativo, más permeable y más dinámico", puso a la militancia como "columna vertebral de la FSA" y defendió que sean los afiliados los que decidan los pactos con otras fuerzas políticas, tanto en el principado como en los ayuntamientos. "Si debemos dejar gobernar a otros partidos que sea con el voto de los militantes", sostuvo un Barbón tan orgulloso de su particular defensa del "no es no" como de recordar que su rival se había posicionado a favor de la abstención de Mariano Rajoy.

José María Pérez no eludió el envite. Mostró sus preferencias por un PSOE "capaz de tomar sus decisiones en los órganos" pero donde, al mismo tiempo, haya "una participación de los afiliados en el debate de la organización de manera periódica, día a día". A esas alturas del pulso a puerta cerrada en la sede de la FSA, el concejal gijonés ya había aprovechado para echar en cara a su contrincante que "alguna duda" había tenido en las primarias federales antes de decantarse por Pedro Sánchez.

El portavoz del PSOE gijonés hizo de la oferta de "integración" a la candidatura rival en su ejecutiva, en el caso de que resulte vencedor de las primarias autonómicas una de sus bazas diferenciales. "Hay que combatir la falta de pluralidad y hace falta integrar las opiniones diversas en el partido, para así ser más creíbles ante la sociedad", afirmó Pérez. Barbón tampoco respondió; luego en otro lance del debate prometió que, si vence, las gestoras de la FSA no durarán más de 90 días, dardo envenenado a la gestora posterior a la renuncia Pedro Sánchez, presidida por Javier Fernández, y al propio José María Pérez, máximo responsable de la gestora de Gijón desde hace más de año y medio. El alcalde de Laviana puso el dedo en la llaga al revelar que la FSA "en 10 años ha perdido 2.000 militantes. De seguir ese ritmo sería una tragedia. Si los militantes van a ser nuestra columna vertebral, habrá que reconocer que se les debe consultar", unas palabras a la que José María Pérez respondió con la puesta en valor del debate interno: "El partido debe actuar conforme a lo que los militantes veteranos nos enseñaban, ser leales en decir lo que pensamos en las Casas del Pueblo. La organización necesita un impulso más allá de trasponer las resoluciones federales. La FSA debe tener un discurso propio". Al salir, Pérez reprochó a Barbón su "discurso prefabricado" y éste tildó a su rival como "el candidato de la continuidad".

El primer debate entre dos candidatos a la dirección del PSOE asturiano no contó con la presencia del secretario general saliente Javier Fernández, en su calidad de anfitrión, ni de su "número dos" orgánico, Jesús Gutiérrez. A cambio, a su llegada a la sede socialista en Oviedo, los aspirantes fueron recibidos por Aquilino Díaz, responsable de la Secretaría de Administración del partido.