El verano, al final, ha incrementado el provecho turístico con un matiz de expectativa. El año arrancó a tal ritmo de incremento de rendimiento en las recepciones de los alojamientos turísticos asturianos que los empresarios habían previsto más. El resumen de la temporada alta veraniega a vista de establecimiento tiene unas cifras de ocupación similares, pero con más oferta, lo que inequívocamente construye un verano "mejor", con más precio y más gasto y más estancia media, pero también con un regusto amargo, agridulce, que echa la culpa al mal tiempo. Dice José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal hostelera Otea y coordinador de la Mesa de Turismo de FADE, que las nubes han atemperado la euforia de una primera mitad del año que caminaba a ritmo de récord, que hizo prever un verano espectacular que se ha quedado en un nada desdeñable pero simple "bueno".

Con sus tonalidades por subsectores, julio ha ocupado el 77 por ciento de las plazas y agosto el 89, y teniendo en cuenta que los últimos ejemplos del gran verano de 2016 eran el 74 y el 90, respectivamente, el dato, con sus matices, puede llegar a servirles. El recuento compone una mejoría sobre todo porque ese porcentaje está calculado sobre más plazas -la oferta ha crecido en 751 en un año- y también porque en paralelo han subido juntos los precios, la rentabilidad y el gasto medio por turista. Un matiz sobre las tarifas afinará la euforia precisando que la subida media del estío asturiano -de un 3,73 por ciento- no resiste la comparación con el promedio nacional del 6,9, ni siquiera con el de la suma de la España Verde, que ronda el 5. "Estamos en la ola, en la tónica, pero no logramos alcanzar los incrementos del resto del país", anota el presidente de Otea.

El paisaje se completa con la constatación del incremento del gasto medio por turista, que ayer confirmó con números el Sistema de Información Turística del Principado (SITA): cada visitante de viaje por Asturias se gastó este julio y agosto una media de 584,58 euros, un apreciable ocho por ciento más que en 2016. Se mantiene pues la ocupación y progresan las plazas, el precio y el gasto. Sube además la estancia media y eso supone, en la interpretación de Almeida, que "el mal tiempo no ha disipado ninguna duda entre los turistas que nos visitan". Pronto otra precisión modulará el optimismo mencionando la competencia de las viviendas particulares en alquiler turístico y remitiendo a la impresión que hace algunas semanas manifestaban otros empresarios convencidos de que el decreto autonómico que las regula, y que cumple un año en vigor, "no se cumple" todo cuanto sería deseable.

Cierta retracción del consumo interno, del turista autóctono, se apunta a la explicación parcial del fenómeno. También que los restaurantes hayan visto pasar "un verano bueno, pero no tanto como pudo parecer a pie de calle", o que el turismo rural haya igualado la ocupación de julio y haya rebajado levemente la de agosto. Las empresas del turismo activo, especialmente sensibles como son a los cambios del tiempo, sí han visto mermada su respuesta en un verano levemente "más flojo" al decir de Julio Bobes, presidente de la asociación sectorial del ramo, y los campings manifiestan, constata Ramón Álvarez, "una tendencia a estabilizar la ocupación" en una temporada que, sí, "no ha sido tan positiva como esperábamos".

En su repaso a los matices de lo que a simple vista es un verano agradable, José Luis Álvarez Almeida subraya su convicción desestacionalizadora invocando la certeza de que "no podemos hablar de turismo sólo dos meses al año; este sector tiene una media de ocupación anual del entre el 46 y el 48 por ciento que está por debajo de otras regiones turísticamente similares". Reivindicó un impulso para expandir el éxito veraniego, más inversión en formación y en conexiones de banda ancha de la zona rural y sí puso el acento en un éxito evidente con repercusiones: "Están aumentando los extranjeros", hasta batir todos los récords desde que existe constancia estadística, y el dato es el resultado de una secuencia irrebatible: "Más conexiones, más comunicación, más promoción, más turismo extranjero".