Agosto no fue verano. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) confirma que el mes pasado fue más lluvioso que caluroso en Asturias. Los chubascos superaron los valores normales para esta época del año tanto en el centro como en el tercio oriental de la región. De hecho, en la comarca de Avilés hubo quince días de precipitación "apreciable" -no orbayu-, que dejaron 55,8 litros por metro cuadrado. En Oviedo llovió 13 días pero la acumulación de agua fue mayor: 70,8 litros. No obstante, los mayores chaparrones cayeron en Llanes el día 30. En solo una hora, la localidad registró 35 litros.
Según el avance climatológico de la Aemet, en agosto predominaron las altas presiones, pero el continuo desplazamiento del centro del anticiclón permitió la entrada de frentes atlánticos, que refrescaron el Principado. Así en la primera decena "se recogió la mitad de la lluvia que se espera" en un mes de verano y las temperaturas estuvieron por debajo de los valores normales, con máximas en torno a los 20 grados. Tras una brusca subida de los termómetros a mitad del mes -Ibias alcanzó los 36,8 grados el día 21-, regresó la inestabilidad, asociada a un embolsamiento de aire frío. Agosto acabó con chubascos y granizo. En siete días de tormenta se contabilizaron 882 rayos, la mayoría en los días 14, 26 y 27.
Por lo general, los asturianos tuvieron que utilizar más que otros veranos el paraguas. Sirve de ejemplo Oviedo, donde llovió casi 15 litros más de lo normal -registró 70,8 y lo habitual son 56,4-. Las temperaturas medias mensuales entran dentro de lo normal y la insolación también: 173 horas de sol en la capital frente a las 179 de media. Este balance contrasta con el de julio, que fue extremadamente seco y muy cálido en el centro de la región.
