La diputada de Foro y portavoz de agroganadería en la Junta General, Carmen Fernández, trasladó hoy su preocupación ante lo que considera una ausencia de rigor por parte de la Consejería de Desarrollo Rural para frenar la plaga de la avispa asiática en Asturias y es que, según señala, "no podemos tolerar la desidia del Gobierno de Asturias ante los insistentes avisos de los vecinos por la aparición de nidos de avispa asiática".

Cabe recordar que desde Foro, continúa Carmen Fernández, hemos estado reiterando por la vía parlamentaria la necesidad de actuaciones ágiles para controlar la implantación de la avispa en Asturias. A su juicio, la Consejera de Desarrollo Rural ha restado importancia "de manera recurrente" a los hechos que se han sucedido amparándose en una estrategia en revisión que, a su modo de ver, "no ha alcanzado los objetivos previsibles". La estrategia de la Consejería de Desarrollo Rural es chapuzera desde el momento en que los vecinos informan de la presencia de un nido y lo tiene que resolver el Cepesma por una llamada del párroco".

"Una vez más los agricultores, ganaderos y cuidadores legítimos del medio natural asturiano -afirma la diputada-, se ven menospreciados por un gobierno que les da la espalda ante sus problemas, ya que los apicultores asturianos llevan demasiado tiempo pidiendo más capacidad de trampeo y se sienten desamparados por la Administración".

Para Carmen Fernández, "la continua negativa de la Consejera a resolver el problema de esta plaga está poniendo en riesgo el equilibrio poblacional de muchos insectos de los que se alimenta, provocando un fuerte daño medioambiental; y esa reiterada negativa de la Consejera a resolver los conflictos puede haber sido la causa para que Javier Fernández le haya restado atribuciones en su gestión, pero sin duda es exigible que al menos responda ante las competencias que mantiene y que sin duda sigue sin hacerlo, en este sentido".

La expansión de la avispa asiática preocupa en el Occidente asturiano. El insecto está presente en casi todos los concejos de esta comarca. Las últimas llamadas se recibieron desde Navia y Navelgas (Tineo).

En la capital naviega, hay un nido en la arboleda de la playa. El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) conoce el caso, pero de momento no ha actuado, según advierten los vecinos.

En el mismo centro de Navelgas hay otro nido que ha llamado la atención de los vecinos. De este caso, también es conocedora la Guardería del Principado.

La Coordinadora para el Estudio de las Especies Marinas (Cepesma), con sede en La Mata (Valdés), retira los nidos. El pasado sábado se hizo con uno en Villar de Luarca el que se estima que habitaban 5.000 avispas asiáticas. Las medidas de esta ´casa´ de vespa velutina dan fe de la magnitud del que muchos consideran un grave problema: 168 centímetros de perímetro y 91 centímetros de altura, según documentó el presidente de la Cepesa, Luis Laria.

El pasado fin de semana, algunos vecinos de Luarca se quejaron por la presencia de avispas en el interior de sus casas. También han aparecido muertas en plena vía pública de Villar.

En caso de localizar un nido, los vecinos pueden llamar al Principado a través de Emergencias (112) o a la Cepesma. La última entidad es más rápida en la retirada. En ambos casos, los equipos tienen que ir debidamente protegidos para evitar un ataque masivo de las avispas y actuar a ser posible a atareder o por la noche, cuando los insectos se han retirado al nido.

La presencia de esta avispa ´asesina´ (parte su alimento son las abejas) preocupa a una parte de la ciudadanía por sus posibles ataques o picaduras al humano, pero también a los productores de miel. La asociación que reúne a los productores del Oeste de la comarca, donde se detectaron los primeros nidos, advierte de los cuantisoso daños en las colmenas abejas. La avispa asiática se come a los últimos insectos a un rimo trepidante. La presidente del colectivo, Andrea González, destacó en varias ocasiones el daño en las producciones locales y la ausencia de medidas especiales y constantes para impedir el avance por el Occidente. La administración, según denuncian los apicultores, no suministra trampas a los productores, como se está haciendo en Galicia.