"Hacemos patria y se nos nota". Francisco Rodríguez Castro, de Avilés, y Áurea González García, de Gijón, se paseaban ayer por las calles de Lugo de Llanera luciendo camiseta con la bandera de Asturias, ella con la leyenda "Orbayu asgaya", él con "Folixa asgaya". Residentes en León desde hace cinco años, aprovechan siempre que pueden para abundar en su asturianía, y qué mejor que la celebración del Día de Asturias en Llanera. "Nos gusta mucho el ambiente, la asturianía nos encanta, y está todo muy bien organizado".

La pareja recorría los distintos espacios de la localidad llanerense con puestos de venta de productos, talleres en vivo y actividades diversas pensadas para que nadie se aburriera en la jornada de ayer. Como ellos fueron muchos los asturianos llegados de todas partes que quisieron sumarse a la fiesta. En el parque Ovidio Libardón de la localidad, por ejemplo, estaba un grupo de amigos y familiares de El Entrego que son adeptos de la fiesta desde que se celebró en su villa en el año 2008. En aquella fecha descubrieron que les gustaba mucho la fiesta y decidieron seguirla allí donde se celebrase. Montse y Rosi García, Manoli Camblor, Bradi Ronco, Deli García y Mariano Arroyo seguían y coreaban con entusiasmo las canciones entonadas por los cantantes en el escenario, ataviados como es debido: con pañuelos con la bandera de Asturias, y algunos de ellos con montera picona.

Todos estaban encantados con la fiesta, con su alegría y también con su significado. E incluso pedían más. "Esta debería ser una fiesta exclusiva de Asturias este día; se celebran otras muchas fiestas pero quizá debería celebrarse solo esta, que es la de todos los asturianos", opinaba Mariano Arroyo, que además echaba de menos algo más de música tradicional, que se hubieran reunido más cantantes para la ocasión.

El concejo tenía preparadas numerosas actividades para la jornada: una visita con exhibiciones a las instalaciones del 112 de La Morgal, pruebas de deporte adaptado, y hasta un área en la que los niños pudieron conocer de primera mano labores tradicionales como "atropar" la hierba, desgranar el maíz, lavar la ropa a mano o peñerar la harina.

Aparte del sentimiento de asturianía, lo que más triunfó en la jornada de ayer fue la comida. Los puestos, tanto de dulce como de salado, estuvieron abarrotados especialmente a las horas habituales de comer. Fue especialmente exitoso el puesto de tortos con picadillo, que llevaban José Manuel Pilar y Sarai Fernández, vecinos de Vibaño, en Llanes, cuyo puesto tuvo largas colas a la hora punta. Solo para la jornada de ayer habían reservado 70 kilos de picadillo y 90 de harina. Pilar Fernández, asidua de las celebraciones del día de Asturias, aseguraba ayer que "hay gente que repite, porque muchos nos conocen de otros años".

Todos los puestos estuvieron concurridos, y las ventas fueron buenas. "Este es uno de los mejores días para vender; hay mucha gente, y eso significa casi siempre venta", explicaba el madreñero Raúl Barbón, que además de vender en su puesto mostraba su pericia haciendo madreñas en vivo. Un día bueno para todos y con Asturias por bandera.