La negociación política sobre el nuevo sistema de financiación autonómica está a la vuelta de la esquina. Asturias ya tiene hoja de ruta a la vista de las propuestas realizadas por el comité de expertos, que beneficiarían a Madrid, Valencia y Cataluña y dejarían al Principado entre las comunidades autónomas que perderían recursos, 137 millones menos en el año base del futuro modelo. Las autonomías del Norte y de la España más despoblada serán aliados en una negociación multilateral, en la que los intereses de cada comunidad autónoma estarán por encima de las banderas de partido.

La consejera de Hacienda, Dolores Carcedo, advertía el pasado miércoles que Asturias "difícilmente" aceptará un nuevo sistema que suponga menos dinero para la financiación de los servicios públicos cuando los 2.700 millones que llegan en la actualidad ya resultan "insuficientes" para la cobertura de la sanidad, la educación y el resto de servicios públicos esenciales que paga el Principado.

Aunque la negociación política sobre la nueva financiación aún no ha comenzado, los contactos en foros como el Consejo de Política Fiscal y Financiera son habituales y la sintonía de Asturias es mayor con comunidades de realidades similares, caso de Galicia, Castilla y León y Cantabria, tres autonomías que también saldrían perdiendo a la vista de las simulaciones realizadas por el economista gijonés Ángel de la Fuente, director de Fedea, sobre las propuestas efectuadas por la comisión de expertos convocada por el Ministerio de Hacienda. Las complicidades políticas tejidas desde hace más de cuatro años con Galicia y Castilla-León han encontrado extensión en el Foro de Regiones con Desafíos Demográficos, al que se han incorporado sucesivamente Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura. Se da la circunstancia de que todas estas autonomías figuran en el mapa de los territorios que perderían recursos respecto al modelo ahora vigente, aprobado durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, y del que también forman parte La Rioja y Baleares.

La confluencia de intereses entre estos las autonomías del Norte y la España más despoblada todavía es mayor a la vista de los resultados del sistema de cuentas territorializadas, las antiguas balanzas fiscales, hechas públicas por el Ministerio de Hacienda el pasado viernes y en cuya elaboración también ha participado el economista asturiano Ángel de la Fuente. El director ejecutivo de Fedea ha realizado un informe sobre la evolución de las cuentas territorializadas en los últimos cinco años del que se desprende la necesidad de mejorar la equidad entre autonomías y donde advierte de desequilibrios en el reparto del gasto e ingresos públicos. Según ese estudio, 11.000 millones de euros "se distribuyen entre regiones de una forma potencialmente cuestionable". Los ciudadanos más favorecidos en ese reparto serían los de Ceuta y Melilla (2.752 euros per cápita), País Vasco (2.194 euros per cápita), Navarra (1.342 euros per cápita) y Canarias (1.234 euros per cápita). Estos cuatro territorios se benefician de disponer de regímenes fiscales especiales, lo que redunda en una menor presión impositiva y una financiación regional muy superior en el caso de las dos comunidades forales (Navarra y el País Vasco). En esa clasificación Asturias figura en décima posición, con un exceso de gasto territorializable de 169 euros per cápita (ver gráfico); en el lado opuesto de la balanza las regiones más perjudicadas son Valencia y Murcia, con déficits por habitante de 702 y 569 euros, respectivamente, seguidas de Andalucía , Madrid, Cataluña y Baleares. De la Fuente explica en su informe que en "los territorios con mayores niveles de renta se pagan más impuestos" y concluye que las denuncias de maltrato o discriminación fiscal , especialmente "intensas y agrias" en Cataluña pero han sido también proclamadas por otras comunidades "muchas veces sin una base firme y documentada". De La Fuente, no obstante, apunta que la reforma del sistema de financiación representa una oportunidad para mejorar la equidad en el reparto de los ingresos públicos.