El curso escolar en Primaria arrancó ayer caliente en el colegio gijonés Evaristo Valle, en el barrio de Pumarín. Decenas de padres protagonizaron una manitestación a la hora de entrar en clase para reclamar a la Consejería de Educación soluciones a las necesidades de profesorado de un centro que lleva tres años aumentando matrícula, y que paradójicamente, como denuncia Jorge Espina en representación de los padres, "cada vez tiene menos profesorado". De hecho, "es el tercer año que el colegio inicia el curso sin el profesorado que le corresponde, y eso que la consjería lo sabe perfectamente", alertan los padres.

El año pasado, tras presionar al gobierno regional, el centro obtuvo un profesor a media jornada que este curso se ha suprimido. En la práctica supone "contar con un docente menos, lo que pone en peligro los refuerzos educativos necesarios, los desdobles en grupos de hasta 27 alumnos o la atención al alumnado con necesidades educativas especiales" enumera Espina. Sin contar "las horas suficientes dedicadas a programas educativos como los de igualdad de género, tecnologías de la información y la comunicación, o reciclaje y medio ambiente, las actividades complementarias y extraescolares, las salidas escolares, o la biblioteca y los programas de animación a la lectura".

A ello se suma además el retraso en el concurso de interinos, que no se incorporarán "como mínimo" hasta el próximo día 25, que ha hecho que tres cursos de un total de doce estén a esta fecha sin tutor asignado. "Y eso supone el esfuerzo estra del resto de profesores que han debido hacerse cargo de estos cursos: los docentes de música, educación física e inglés", apunta Jorge Espina. Como consecuencia de esta situación de provisionalidad, no habrá música y tan sólo se impartirá educación física una hora hasta que lleguen los interinos correspondientes.

Así las cosas, y ante el "desastre de la consejería, fruto de los recortes encubiertos y la mala gestión", los padres mantendrán asambleas informativas a lo largo del día de hoy con la intención de presentar un escrito de queja ante el Principado el próximo jueves. "La intención es la de acudir a la Consejería a trasladarles directamente nuestras demandas, que los profesores se incorporen lo antes posible y que se aumente el número de docentes porque es una necesidad acuciante", resume Espina.

Los que empezaron el curso aliviados fueron los estudiantes del colegio Antonio Machado, en el barrio de Roces. Ayer por fin pudieron estrenar las nuevas aulas fruto de la ampliación del centro. Hacía ya varios cursos que el Alfonso Camín tenía barracones como anexos escolares ante el constante crecimiento en la matrícula, y lo estudiantes no disponían de más opción que los módulos prefabricados para asistir a clase. Ahora, por fin, y después de constantes movilizaciones por parte de los padres, disponen de aulas normales.

Ampliación del IES

El barrio de Roces es otra de las zonas de Gijón que también han experimentado un notable crecimiento de matrícula en los últimos años, y que ha ido ocasionando problemas de espacio en los sucesivos niveles educativos, llegando hasta el instituto de Secundaria. En el caso del IES, el Principado dio luz verde el mes pasado a una ampliación con un presupuesto base de licitaciónde más de 692.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses para dotar al centro de cuatro nuevas aulas y un taller para los centros formativos. Otra batalla largamente planteada por las familias y los docentes del centro que, finalmente, acabará con una nueva ampliación en Roces.