El exconsejero Riopedre, condenado a seis años de cárcel en el "caso Marea", ha roto su silencio para reivindicar su inocencia y anunciar que recurrirá ante el Supremo. "La sentencia reconoce que, como he dicho siempre, no he recibido un euro ilícito, no me he apropiado de dinero público ni he recibido tampoco dinero privado, ni viajes ni regalos", dice el exconsejero en un comunicado hecho público en la mañana de ayer. Riopedre anuncia la interposición de un recurso ante el Supremo contra la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con la que dice no estar "conforme", aunque también expresa su respeto por los magistrados, que "han actuado de forma independiente e imparcial".

Riopedre niega además que conociese o consintiese las irregularidades que se atribuyen a otros encausados, como su colaboradora de varias décadas María Jesús Otero, exdirectora general de Planificación, condenada a nueve años y medio de cárcel, o su amigo personal Víctor Manuel Muñiz, dueño de Igrafo, al que se imponen seis y medio. "Insisto en que nunca he dispensado un trato de favor alguno a cualquier persona o empresa, ni he pedido a nadie, ni recibido de nadie, cualquier remuneración, gratificación, regalo o recompensa por decisiones mías como consejero", señala el escrito, remitido desde el despacho del abogado Sergio Herrero.

Sí admite fallas. "He podido cometer errores en mi actuación, pude acaso ser imprudente en mis relaciones personales o en algunas expresiones coloquiales, pero jamás he adoptado como consejero ninguna decisión injusta, ilegal o irregular", indica. Y añade: "Todos conocen cómo vivo, mis circunstancias personales y mi situación económica, que es la que quedó reflejada durante el juicio oral. Aquí estoy y cuando llegue el momento afrontaré serenamente el contenido final de la sentencia definitiva sobre este asunto. Soy inocente y lucharé hasta donde haga falta por demostrar mi honradez y dignidad personal".