Nunca es tarde parta pedir perdón, sobre todo si se evita la cárcel. Marta Renedo lo ha visto claro y en la tarde de anteayer, jueves, descolgó el teléfono para llamar a María Teresa Porrúa, la hija de Severina Blanco, la anciana cuya identidad utilizó para abrir una cuenta y que falleció pensando que su familia había cometido una ilegalidad. Renedo pidió perdón y explicó que no había sido su intención causar daño. "Lo siento muchísimo", aseguró. Y añadió que había intentado hacerlo antes, pero no pudo por la presión mediática. El letrado de María Teresa Porrúa, Antonio Pineda, explicó que su cliente se da por satisfecha y ya no solicitará prisión para Renedo el próximo día 25, fecha de la vistilla para decidir el futuro de los condenados. María Teresa Porrúa rompió a llorar en el juicio al recordar el sufrimiento de su madre.

Además, la sección tercera ha sacado un auto aclaratorio de la sentencia de "Marea", al entender que no habían quedado claros los motivos de condena por cohecho continuado al empresario Alfonso Carlos Sánchez (Almacenes Pumarín). Ahora indica que "el delito de continuado cohecho se manifiesta en las dádivas que entregó a los distintos funcionarios públicos a cambio de los comportamientos de tales funcionarios que se dejan descritos, algunos de ellos constitutivos de delito".

Finalmente, Somos Oviedo ha planteado al gobierno municipal la realización de una auditoría en el área de Deportes a raíz de la sentencia de "Marea", que "acredita al menos un delito de cohecho impropio, ya prescrito, (para los acusados Ovies, Villa y Pendás) y establece dudas razonables respecto a una serie de sobornos a funcionarios", algo "detestable".