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ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO | Presidente de la Xunta de Galicia, homenajeado hoy en Oviedo

"El 23-F hubo un golpe de Estado en un día, el del independentismo catalán es continuado"

"No sé si debe haber lista única entre el PP y Foro en Asturias, pero sí hay que sumar los votos para ser alternativa a la izquierda"

"El 23-F hubo un golpe de Estado en un día, el del independentismo catalán es continuado"

Alberto Núñez Feijóo (Orense, 1961), presidente de la Xunta de Galicia desde 2009 y único líder autonómico que gobierna con mayoría absoluta en España, concedió una entrevista telefónica a LA NUEVA ESPAÑA el pasado viernes, día en el que su hijo Alberto cumplía siete meses, sin duda el dato más importante en su agenda. El mandatario gallego recibe hoy en Oviedo la insignia de oro y brillantes y el carné de presidente de honor de la Asociación Día de Galicia en Asturias, que impulsa su buen amigo Manuel Fernández Quevedo, y aprovecha para reiterar su deseo de profundizar en las ya de por sí estrechas relaciones astur-galaicas. Núñez Feijóo, encantado con la faceta de padre que le ha cambiado sus prioridades en la vida, reitera una fidelidad a prueba de bombas a Mariano Rajoy y llama a hacer filas con el Ejecutivo, especialmente en unos momentos tan delicados.

- El 25 de septiembre se cumple un año desde su tercera mayoría absoluta. ¿Ha pensado en montar una academia para enseñar a otros políticos el secreto del "efecto Núñez Feijóo"?

-Lo que creo es que los gallegos han demostrado que ese mito de que nunca saben lo que quieren y a cada pregunta contestan depende no es tal. Cuando votan lo hacen con claridad. Es verdad que el pasado 25 de septiembre logramos algo más de un 47% del voto cuando nadie tenía la mayoría absoluta. Es un mensaje claro de que los gallegos saben lo que quieren y lo expresan de una forma clara.

- Una gran responsabilidad para usted.

-Toda esa deuda de gratitud que tengo con los gallegos por apoyar tres veces consecutivas, al partido y a mí, me obliga, primero, a trabajar más si cabe y a hacerlo con humildad. Los gallegos quieren poco ruido y muchas nueces.

- ¿Qué salida ve al órdago del independentismo catalán? ¿Es el momento de aplicar el artículo 155 o es tarde?

-Todos los instrumentos legales y democráticos están a disposición del Gobierno y no le quepa duda de que el Gobierno cumplirá con su deber ante aquellos que no lo hagan. Para responder a los actos ilegales tenemos los actos legales. Ahí hay un conjunto de herramientas que el Gobierno está utilizando y otras que aún no se han usado, pero que no se descartan.

- ¿Es éste un "golpe" al Estado de derecho?

-Hay dos tipos de golpes: un golpe al Estado de derecho en un solo día, en una actuación concreta, que pasó en España el 23 de febrero de 1981, y otro que es continuado, constante y continuo: el caso actual del independentismo catalán. El primero la gente lo ve con una intensidad clara, porque es una imagen concreta. El golpe continuado se va difuminando. Esos dos tipos de ataques al Estado de derecho se han producido en España. Éste es el golpe continuado de la desobediencia y de la ilegalidad del Gobierno nacionalista e independentista de Cataluña. Por cierto, esta diferenciación es de François Mitterrand, un socialista que fue presidente de Francia. Creo que define bien lo que está ocurriendo en España.

- Usted respalda la oposición del Gobierno a negociar con los independentistas, y a la vez manifiesta sentirse seguro con Rajoy en la Moncloa. ¿Qué pasa con el pueblo catalán que sí se siente español?

-La única desconexión que hay en Cataluña es la de sus dirigentes políticos con la realidad. Cometeríamos un grave error identificando a los dirigentes independentistas de Cataluña con Cataluña y confundiendo a los 500 o 600 políticos cabecillas del independentismo con los 7,5 millones de catalanes. Por tanto hemos de actuar sobre ésos, los cabecillas de una insumisión al Gobierno. El presidente Mariano Rajoy y el Gobierno saben lo que está ocurriendo y lo que están haciendo.

- Las declaraciones del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker -luego matizadas - , sobre un posible apoyo de la UE al resultado de un referéndum legal, no han contribuido a tranquilizar los ánimos y han dado alas al Gobierno de Puigdemont. ¿Teme que esa labor de Cataluña en Bruselas distorsione la percepción del independentismo?

-Tenemos confianza tanto en el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, como en el del Parlamento europeo, Antonio Tajani. Es verdad que si un señor monta una Embajada en Bruselas, como es el caso de Cataluña, la Comisión no puede impedirlo, pero sí puede ignorarlo. Lo que están haciendo es ignorar estos actos de preparación de soberanía del Gobierno autonómico de Cataluña. No tengo ningún dato para no confiar plenamente ni en Juncker ni en el Parlamento europeo.

- En la Eurocámara se dicen muchas cosas?

-Lo que de verdad me preocupa son los eurodiputados españoles que o bien apoyan la independencia o mantienen una postura equidistante entre la legalidad y la ilegalidad. Eso sí contagia a los grupos parlamentarios europeos de los que forman parte españoles.

- Si esa labor cala habrá quien se crea que España es un Estado opresor?

-Esto es un ataque al derecho. Es la ilegalidad continuada de los políticos independentistas de Cataluña dirigidos en este momento desde el pensamiento de los diputados de la CUP. Al final todos son reos del extremismo de un partido antisistema, anti-Estatuto, anti-Europa y anti-Constitución. Este movimiento radical va, en primer lugar, contra el pueblo catalán, que es el que más sufre con esta fractura. Sería un error por parte del resto de los españoles pensar que el pueblo catalán es el responsable de esta situación. Ellos son los primeros que padecen esta dislocación, esta fractura que han producido sus políticos. Compare a un político como Roca Junyent, de CiU, en su día, con el señor Rufián, el parlamentario catalán más conocido en el Congreso. En la época buena del catalanismo con sentido el diputado más conocido era Roca, que fue uno de los autores de la Constitución española. Comprenderá que estamos hablando de dos generaciones distintas de políticos. Con la primera, Cataluña iba bien; con la actual va mal.

- Galicia tiene idioma propio y una identidad marcada, pero ha sabido canalizar ese nacionalismo de diferente forma. ¿Qué diferencia al nacionalismo gallego del catalán y el vasco?

-Hemos sido capaces de conseguir que el nacionalismo no sea una ideología dominante, sino residual. Lo hemos logrado porque nosotros siempre hemos enarbolado la bandera del galleguismo inclusivo; el que suma, que no da carnés de buen gallego o malo; que es cordial y bilingüe, respeta al español y, a la vez, quiere que los gallegos conozcamos y mantengamos nuestro reclamo cultural más importante, que es nuestro idioma. Hemos identificado el sentimiento de los gallegos y nos hemos hecho a él. El nacionalismo quiere que sea el pueblo el que se amolde a su ideología.

- Pues va a tener que montar otra academia para enseñar nacionalismo moderado?

-Lo que ha ocurrido en la política catalana en los últimos cuarenta años es que el catalanismo ha dado paso al nacionalismo, que a su vez ha desembocado en el independentismo. En Galicia el galleguismo ha seguido conectando con el pueblo y probablemente ésa sea una de las razones de la tercera mayoría absoluta y de las cuatro que obtuvo Manuel Fraga en el siglo pasado.

- ¿Qué ve un gallego cuando mira al otro lado del Eo?

-Con Asturias nuestra relación sólo puede ir a más. En Galicia no hemos tenido la visión estratégica, algo quizá común a las comunidades del Norte, para darnos cuenta de que era mucho más importante la conectividad entre nuestros territorios (entre Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco) que nuestra conectividad con Madrid. Era más importante para Galicia tener una autovía que nos uniese a las principales ciudades del Norte, Oviedo y Gijón, Santander y las ciudades vascas, que contar con dos que nos conectan con Madrid. Ahora que tenemos por fin la Autovía del Cantábrico las cosas están cambiando.

- ¿Notan progresos?

-La relación tiene que ser más intensa, con independencia del partido que gobierne. Somos dos pueblos con una relación histórica secular. Hay más de 23.000 gallegos que trabajan y tienen sus familias en Asturias y yo soy optimista. Nuestros intereses son coincidentes en sectores, nuestra estructura de población y nuestro sistema demográfico también, así como la importancia del sector agroalimentario y la pesca. El futuro tiene que ser de una mayor intensidad en una relación leal y fraterna.

- ¿Eso de "primos hermanos" sigue vigente?

-¡No tenemos ninguna duda!

- Hay gran competencia en el sector agrario con productos como la leche, e incluso la faba y la sidra. ¿Notan esa rivalidad?

-La mayor rivalidad es en el sector lácteo y tenemos que trabajar conjuntamente porque somos los que producimos. Si los ganaderos y agricultores están unidos, la industria, la transformación y la distribución tendrán que negociar con ellos. Si nos separamos perdemos todos. En todos esos sectores si somos capaces de unirnos más, acordando estrategias y canales de distribución, podremos conseguir más dinero para los productores, sin los cuales no hay productos.

- ¿Deberían hablar más Javier Fernández y usted, de estas cuestiones y de otras?

-Es verdad que las relaciones, que son buenas, podrían ser más intensas. Reconozco el papel del presidente del Principado como persona de convicciones sólidas, con independencia de no compartir partido ni algunos aspectos de nuestras políticas. Le respeto como socialista convencido que ha mantenido su posición, aunque no sea la que haya triunfado en el último congreso de primarias del PSOE. Javier Fernández es un socialista con el que se puede hablar y con el que sería mucho mas fácil llega a acuerdos que fuesen interesantes para los ciudadanos.

- ¿Entre ellos el de financiación autonómica, sobre el que usted ya no es tan optimista?

-El problema en mi opinión está en un PSOE que cada vez es menos Partido Socialista y cada vez es más partido de Pedro Sánchez. Eso va a ser menos interesante para España y para el futuro. Necesitamos un acuerdo entre el PP y el PSOE y no soy muy optimista. Lo era hace unos meses durante la conferencia de presidentes, pero ahora lo soy menos. El principal objetivo del partido de Sánchez es que el Gobierno de Madrid no tenga estabilidad y es muy difícil que a la vez se sienten a hablar para dar estabilidad a la financiación de las comunidades autónomas. Creo que es un error por parte del partido de Pedro Sánchez, pero no vamos a perder la esperanza de acordar un sistema que valga para la mayoría todas las comunidades, por no decir todas.

- ¿Habrá postura conjunta del Noroeste?

-Sí. La postura de Castilla y León, Asturias, Galicia, Navarra y Extremadura es muy coincidente y seríamos bastante inocentes si no dejásemos nuestros planteamientos partidistas en plano secundario. Espero y deseo que si se nos llama para hablar de esto, toda esta parte de España haga planteamientos sensatos y argumentados. No es lo mismo prestar asistencia sanitaria a un niño que a un mayor de 85; ni dar servicios públicos en una ciudad de dos millones de habitantes que en áreas de población diseminada. El precio de esos servicios es distinto en una comunidad y en otra. Todo eso nos une y trabajaremos de forma conjunta.

- ¿Sin un marco estable de financiación será más difícil seguir estructurando ese gran eje del Noroeste de España, en materias como transportes, sanidad o lucha contra el despoblamiento?

-Las regiones del Noroeste hemos conseguido cosas, como que el peso de la sanidad se vea como una pieza separada en la financiación y eso es muy importante para Asturias y Galicia, con una población muy envejecida. Hemos logrado que el Gobierno por fin incluya en sus prioridades el problema demográfico y también es evidente que necesitamos finalizar nuestra red de ferrocarriles hacia el Noroeste. Es la única parte de España junto con el País Vasco que está desconectada del resto de los españoles que llevan décadas con un sistema de Alta Velocidad que ni gallegos, ni asturianos, ni vascos tenemos. Por eso invitamos a Cantabria a participar en la macro región del Noroeste para hablar con una sola voz en Europa de demografía, de la red de infraestructuras para financiar con fondos europeos y también para tratar las cosas en las que estamos de acuerdo con el Gobierno central.

- ¿Ahora que es padre, se ha dado cuenta de lo difícil que es tener hijos en España?

-Yo creo que había dos Españas, una que vivía el despoblamiento en sus carnes y otra que no lo sentía por el efecto de la inmigración que soportaba la caída de nacimientos. Durante la crisis toda España notó el frío demográfico y ese frío ha calado en la mentalidad.

- ¿Como padre ve las cosas de otro modo?

-Necesitamos más conciliación, incentivación y más ayudas a las familias con hijos, es verdad, pero también digo que no hay ninguna experiencia más interesante desde el punto de vista humano que la de tener un hijo. A todos los que lo duden, yo lo he dudado durante algún tiempo, les digo que lo prueben. A pesar de las dificultades, merece la pena.

- ¿Ha cambiado su vida?

-Me ha cambiado la forma de pensar y de priorizar los asuntos importantes. Probablemente ver a tu hijo es mucho más importante que otras cosas que te pueden colmar profesionalmente. Me he caído del caballo tarde y quizá por eso sea más incisivo en mis argumentos.

- ¿Al PP asturiano le ve ganador con Mercedes Fernández? ¿Habrá acuerdo con Foro para acudir a las próximas elecciones?

-Queremos que a Asturias le vaya bien y hay una posibilidad de que entre los votantes del PP, Foro y Ciudadanos se articule un cambio político en Asturias. Creo que no debería desaprovecharse esa oportunidad. Además el partido de Pedro Sánchez no es el Partido Socialista que gusta a los asturianos, o al menos a una buena parte. En cualquier caso creo que es una oportunidad. Corresponde a los compañeros del PP y Foro determinar cómo aunar votos para armar un gobierno distinto al del PSOE, IU y Podemos. En nuestra responsabilidad está dar un gobierno alternativo a la izquierda.

- ¿Propone un gran pacto de centro derecha en Asturias?

-No sé si tiene que ser un pacto, una única lista, un único candidato?, ahí no me atrevo a opinar. Sería una falta de respeto opinar de cosas que no conozco, pero sólo hay una posibilidad, que es lograr los votos para que haya una alternativa sólida.

- En la sucesión de Rajoy siempre está el primero de la lista. ¿Se ve como futuro presidente del Gobierno?

-Desde el primer instante he apoyado al presidente Rajoy y lo voy a seguir haciendo. Lo peor que puede hacer un dirigente que quiera a su país y a su comunidad autónoma es no apoyar de forma incondicional al presidente Gobierno de España. Es más, mi obligación si el presidente fuese un socialista como Felipe González sería apoyarle. Esto no está para cuestiones ni ambiciones personales. Es tiempo de cerrar filas entre los demócratas y los que creen en un proyecto común, frente a los que quieren destruir lo que hemos construido en estos 40 años. Nunca ha habido dudas de nuestro apoyo incondicional a absoluto a Rajoy, y ahora es absoluto.

- Y cuando haya que buscar relevo, ¿daría un paso adelante?

-Acabo de firmar mi tercer contrato con Galicia (se ríe). Éste es el primer cuarto del partido. Quedan tres cuartos por jugar. En política hacer planes para más de un año es bastante osado, y hacerlo para tres años es simplemente no conocer la política ni su evolución. El Presidente va a hacer una legislatura útil para España. El hecho de que él sea presidente tranquiliza a mucha gente. No sé lo que va a pasar en 2021 y sería incapaz de describírselo. Vamos a ver lo que ocurre a finales de 2017 y si entre todos ponemos un poco de "seny", de sentido común, en la política nacional, incluyendo a los políticos de la Generalitat.

- En cualquier caso, estaría al servicio de su partido?

-Nunca se ha hablado de dar este paso ni mucho menos ahora. Tenemos un presidente y no hay ninguna duda en el partido. Es el presidente de todos. Esta cuestión no sale del ámbito periodístico y cada vez menos y eso es bueno. Cada uno a su oficio. Yo soy el presidente de Galicia y el presidente del Gobierno de España ya tiene bastantes tareas como de preocuparse de lo que va a ocurrir dentro de tres años.

- ¿Rajoy agotará la legislatura?

-Creo que es posible terminar la legislatura. Tenemos presupuestos este año y estamos preparando los de 2018, desde luego por el Gobierno no va a quedar. Si alguien quiere en un momento de debilidad y de fractura en una parte de España aprovechar para derrocar al Gobierno estaría haciendo un flaco favor a los españoles, a la democracia y a corto plazo a su propio partido. En los momentos de dificultad se necesita unión y es un disparate la división.

- ¿Le hace ilusión recibir un reconocimiento en Oviedo por parte de la asociación Día de Galicia en Asturias?

-Tengo una relación de amistad con Manuel Fernández Quevedo, el presidente de la Asociación Día de Galicia en Asturias, y se lo agradezco mucho. Somos vecinos. Su familia y la mía proceden de los mismos entornos de la Ribeira Sacra, en Orense. Es una persona que dirige una asociación para unir a los gallegos en Asturias y me hace ilusión. Esa hermandad entre los gallegos que viven en Asturias y el presidente de la Xunta es algo muy emotivo, así que acudo muy honrado.

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