La abogada ovetense Teresa Fernández Paredes pertenece a Women's Link, una organización que utiliza el marco del derecho internacional para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas. España, asegura, incumple sus obligaciones con las víctimas de redes de trata de seres humanos, y discrimina a las mujeres africanas inmigrantes. Paredes, que reabrió en el Colegio de Abogados de Oviedo el ciclo "Desayunos por la igualdad", considera que tampoco se implementa de forma adecuada la ley de violencia de género.
- Ustedes denunciaron a España ante la ONU por no defender a las víctimas de trata.
-La demanda fue por el caso de Gladys Jones, a principios de año. Es una decisión que pone de relieve que España no cumple con sus obligaciones para con estas víctimas, sobre todo cuando están en situaciones de gran vulnerabilidad. Gladys estaba embarazada, se la internó, no se la identificó como víctima y terminó repatriada en Nigeria, cuando aún no había pagado su deuda con los tratantes, por lo que fue gravemente castigada. Lo que la demanda señala es esa falla que todavía persiste en la identificación de las víctimas, basada en estereotipos.
- Cuando se juzga a estas redes, los fiscales se encuentran con que las víctimas se han ido o han sido expulsadas.
-La trata es un delito muy grave que hay que enfocar desde una perspectiva criminológica, pero en Women's Link entendemos que es central que el foco esté en la víctima y que la respuesta de las autoridades busque ante todo respetar sus derechos. Lo que se hace ahora es verlas desde una perspectiva migratoria o desde la persecución del delito, no como unas mujeres que han sufrido una vulneración muy grave de derechos. Si se las apoyase, sería más difícil que desapareciesen. Si puedes garantizar sus derechos y sus necesidades concretas, eso va a facilitar la persecución de delito. Hay mucho trabajo que hacer para dar una respuesta que sirva a las mujeres. Hay una hoja de ruta. La implementación requiere de recursos y de un interés, que el centro de la lucha sea apoyar a las víctimas.
- Es difícil luchar contra la discriminación cuando gran parte del globo está en manos de una religión que lo considera normal.
-Nosotras trabajamos sobre todo en América Latina, Europa y África Oriental. La verdad es que las situaciones de discriminación son una constante en todos los países. Hay una desvalorización tradicional y una subordinación de lo femenino. En uno de los litigios de Women's Link ante la ONU, se condenó a España por no haber protegido a Ángela González y a su hija, que al final acabó asesinada por su padre maltratador. Deja claro que hay un marco normativo que no se implementa y hay una situación de violencia estructural.
- ¿Cómo ve el caso de Juan Rivas?
-En el caso de Ángela González, se le dijo a España que había fallado al permitir las visitas no vigiladas cuando había una historia de violencia. Se tiene que analizar muy bien por los tribunales el régimen de visitas, porque esos niños y niñas son también víctimas de violencia. Hay que tener en cuenta los derechos de los niños.
- ¿Se respetan los derechos de las inmigrantes?
-Viven situaciones en el trayecto migratorio que las hace vulnerables. La UE acordó enviar a las mujeres y niñas sirias a Turquía, pero, ¿se analizó si ese país respeta la igualdad de género, si esas mujeres y niñas no corrían riesgo de caer en manos de redes de explotación? Si no se hace un análisis desde una perspectiva de género, puedes concluir, como la UE, que Turquía es un país seguro. Lo cual es un error. Y lo mismo en otros países. Hay una sentencia contra España del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso de Beauty Solomon, vejada y maltratada por la Policía. El tribunal establece que en España se discrimina a las mujeres emigrantes africanas.
