La segunda convocatoria de los docentes interinos -que previsiblemente se resolverá hoy- ha puesto en pie de guerra a los sindicatos de la enseñanza asturiana, después de que el consejero de Educación, Genaro Alonso, dijera que el curso empezó "con normalidad" para luego confirmarse que faltan 924 docentes para atender a la totalidad de los alumnos.

Esta segunda convocatoria cubrirá, al menos en teoría, las vacantes que dejó fuera la primera, celebrada en agosto y que ofertó 2.622 plazas. El Consejero explicó la situación escudándose en que es "imprevisible" ajustar los cálculos porque "a las vacantes no cubiertas se suman las sustituciones que se plantean a inicio del curso, y que por tanto son plazas de imposible previsión en la adjudicación del 30 de agosto". Una explicación a la que ya han replicado los docentes de varios centros afectados, asociaciones de padres y madres de alumnos y también los sindicatos.

UGT aseveró ayer en un comunicado que esta segunda convocatoria "sale más tarde de lo deseable", teniendo en cuenta los alumnos que se han incorporado a los centros sin tener el profesorado necesario. Pero además, "sigue siendo, a todas luces, insuficiente para hacer frente a las necesidades reales" que tiene el sistema educativo asturiano. Y cargó también contra las contrataciones a media jornada que, "como ya es costumbre en esta Administración", supondrán un tercio del total de las plazas interinas. "Se sigue apostando por el empleo precario", remarcó la organización sindical ugetista.

El resto de sindicatos docentes ya habían salido cargando contra la Consejería por la falta de previsión.