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RAIMUNDO GARCÍA | Consultor colaborador para el programa "China Invierte España"

"China tiene un apetito inversor tremendo, y eso hay que aprovecharlo"

"Los chinos tienen recursos e invertirán; si no es aquí, será en otro lado, pero aquí hay ideas y capacidad emprendedora"

Raimundo García, ayer, en las dependencias de su consultora, en Oviedo. IRMA COLLÍN

Está casi todo en el nombre del proyecto. "China Invierte". El programa, promovido por el Gobierno de Pekín para alentar a sus agentes económicos a salir a buscar proyectos, materializa el "apetito inversor" del gigante asiático y tiene una versión española que asume la pretensión de hacer engordar el volumen del negocio chino en España, 1.600 millones de dólares que en 2016 fueron apenas una gota en el mar de los 288.000 del total invertido más allá de sus fronteras. Su hambre es una oportunidad a este lado del mundo. La ocasión la pinta así Raimundo García, ovetense con amplia trayectoria en la consultoría empresarial que participa en el plan como identificador de nichos de negocio y conector de inversores chinos con iniciativas de inversión en España, oficialmente consultor colaborador acreditado de la oficina de promoción económica y comercial de la región de Hengqin para el programa "China Invierte España".

Hengqin, sureste de China, provincia de Cantón, ha sido declarada zona de libre comercio para países de habla hispana y allí Víctor Ladreda, también ovetense, veinte años de carrera en China, ejerce como director general en el departamento gubernamental que gestiona el programa. Todo esto viene a mezclar el vínculo sentimental con la oportunidad de negocio en la certeza de que "China está en posición inversora, y eso hay que aprovecharlo".

- ¿Existe un perfil de proyecto atractivo a vista de inversor chino?

-Hay sectores de actividad atractivos, y uno de los principales es el de las empresas de obra pública, infraestructuras y concesiones, en el que la empresa española tiene mucho prestigio. Otro nicho interesante es el agroalimentario, del que China es un gran consumidor.

- Una oportunidad en Asturias.

-Sí. Dejando a un lado los productos lácteos, que allí no tienen aceptación, Asturias tiene un potencial de crecimiento tremendo. Somos una despensa.

- ¿Qué más?

-Otra área de enorme interés para ellos es la del medio ambiente y la sostenibilidad. Allí preocupa mucho la eliminación de las huellas de CO2, el Gobierno chino es uno de los pioneros en estos programas y esto les interesa. El tratamientos de agua, el reciclaje, las energías alternativas? Todas las empresas que operen en este sector son de enorme interés para el inversor chino. También las que tengan un alto componente tecnológico o de desarrollos de I+D+i y las de otro espacio interesante en Asturias, el del ocio y el turismo. Porque el turista chino no busca sol y playa y España recibe pocos chinos. No llegan ni al uno por ciento de los setenta millones de extranjeros que recibimos el año pasado. Asturias ahí tiene una cantidad tremenda de atractivos.

- ¿Es pronto para el primer balance de actividad?

-Comenzamos a operar en mayo, pero el plan ha suscitado ya un interés enorme. Tenemos proyectos cerrados con empresas para desarrollar en el ámbito del medio ambiente, de la movilidad urbana y el sector industrial y estamos analizando otros en el agroalimentario. También está sobre la mesa una posibilidad dentro del sector del ocio y, en este sentido, no dentro de "China Invierte", pero sí gestionado por el mismo equipo, la semana pasada se firmó un compromiso para la construcción de una ciudad temática y de ocio del Real Madrid en Hengqin. Hemos despertado además interés en algunas instituciones públicas que nos han propuesto proyectos en régimen de colaboración público-privada.

- En Asturias, aún no.

-Hemos tenido un acercamiento al IDEPA, que nos ha acogido con una disposición fantástica, pero de momento no ha fructificado nada. Estamos en una región que ha sido puntera económicamente y aquí hay gente muy capaz, con experiencia, ideas y capacidad de emprendimiento. China está en posición inversora, con un apetito tremendo y una cantidad de recursos ingentes, y eso hay que aprovecharlo. Además, ese atractivo lo canaliza un ovetense en China? Nuestro corazón está aquí, sentimental y emocionalmente estaríamos más satisfechos de hacerlo en Asturias que en otro lugar de España. Los inversores chinos van a seguir haciendo inversiones, y si no es aquí, será en otro lado. Pero aquí hay buenos proyectos y compañías con unas posibilidades de desarrollo y de generación de valor muy importantes.

- ¿Cuánta implicación necesitan de las instituciones?

-Siempre viene bien que te acojan positivamente. El programa no demanda subvenciones ni ayudas, pero eso ayuda. Hasta ahora, la disposición que hemos tenido ha sido buenísima y estoy convencido de que en Asturias también seremos bien acogidos en cuanto tengamos un proyecto. Nadie renuncia a un dulce. Y esto es muy dulce. Tienes que tener esa visión global, nuestra casa ya es el mundo. Qué más da que mi socio sea chino o de Infiesto. Aunque sean culturas distintas, y eso tiene sus obstáculos, seguro que al final todos nos enriquecemos y aprendemos.

- ¿Es fácil derribar la gran muralla de la distancia cultural?

-Están ahí los resultados. Cada vez hay más empresas chinas en España y más empresas españolas, aunque menos, en China. La barrera cultural e idiomática es importante y tradicionalmente las empresas españolas han tirado más hacia el mercado latinoamericano, pero cada vez hay que superar más estos obstáculos y en este punto ayuda que Hengqin sea zona de libre comercio para los países de habla hispana. Allí se habla castellano. Cada día es más fácil viajar, comunicarse y asentarse fuera del terreno natural de las empresas o de las personas.

- ¿Cuál es su papel en el proyecto?

-Precisamente, allanar el terreno al inversor chino en España. Identificar oportunidades de inversión, analizarlas, proponerlas al programa "China Invierte", gestionarlas y cerrarlas. "China Invierte" es sobre todo un vehículo de inversión y lo que pretende es la toma de participación en compañías españolas sin una preconcepción de que ésta sea mayoritaria o minoritaria, o una compra total de compañías. Es una plataforma de conexión, un gran escaparate donde están registrados inversores reales y mi función es proponer inversiones para casar oferta y demanda. Hay muchos empresarios que tienen proyectos muy brillantes, pero a lo mejor no garantías para hacer frente a la financiación bancaria. Nosotros lo analizamos y lo proponemos para buscar un compañero de viaje que puede ser un inversor chino.

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