El grupo parlamentario de IU en la Junta denunció ayer, con cifras y letras, el "abandono" de las cercanías ferroviarias en Asturias. Los números son 123 cancelaciones de servicios de cercanías y quince regionales en las dos últimas semanas en el ancho métrico de Renfe, donde según los sindicatos lo peor es que ese ritmo es la norma, y dos de cada diez euros del presupuesto de 2016 invertidos en cercanías. Las palabras ponen a su lado una advertencia sobre la "agonía" del tren en la región.

El portavoz parlamentario de la coalición, Gaspar Llamazares, y el diputado Ovidio Zapico arremeten contra la gestión del servicio en una pregunta al Gobierno del Principado que quiere saber "qué compromisos ha arrancado al Ejecutivo estatal en las múltiples visitas a Asturias del Ministro viajero" Íñigo de la Serna, y le emplaza a dar explicaciones en el marco de la alianza por las infraestructuras, el foro que el Principado constituyó con organizaciones cívicas y sociales y el único respaldo político de IU y que aún no se ha reunido desde que Fernando Lastra está al frente de la consejería competente.

El problema crece, al decir de los diputados de la coalición, con la "burla al presupuesto" que encierran los datos de la ejecución presupuestaria en 2016: Renfe apenas invirtió dos de cada diez euros programados para las cercanías asturianas, 727.60 euros de los 3,5 millones presupuestados, un exiguo 20,3 por ciento que se suma al dato ya conocido del 18 por ciento de inversión en la llegada del AVE a Asturias y configura, en la voz de Llamazares, "un escándalo" que por si fuera poco se calcula sobre "una previsión presupuestaria a la baja" y oculta tal vez una pretensión de acelerar la "agonía" de un servicio que fundamentalmente en la vieja Feve camina, según los trabajadores, hacia el desastre. "Son cifras que ni siquiera sirven para mantener la infraestructura o la movilidad", abunda Llamazares, que no admite nada que no sea "un plan de emergencia. De plan vacío en plan vacío vamos hacia el desplome". El portavoz acompaña la valoración con un llamamiento sin citar a Foro ni a Ciudadanos "a las fuerzas políticas crédulas que apoyaron el presupuesto del Estado para que hagan un seguimiento serio".

Las 59 cancelaciones de servicios de la antigua Feve en la primera semana de agosto, los 34 en la siguiente y los 138 de las dos últimas semanas igualan las cifras habituales, lamentan los trabajadores. El presidente del comité de empresa, Luis Blanco, apunta a la insostenible obsolescencia del material, que necesita con urgencia y como mínimo, si no una renovación al menos una remotorización completa. Las averías que generan supresiones son parte de la rutina diaria, el pan nuestro de cada día en el ancho métrico de Renfe, donde la casuística de la cancelación se multiplica. La escasez de maquinistas no alcanza los niveles de la gran oleada de supresiones del pasado año, pero el problema persiste en talleres. "Lo que debería ser una anormalidad se ha vuelto normal. En estos trenes ya sólo viajan los que no tienen prisa o no tienen otro remedio", se queja Blanco.