El secretario general saliente de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, llegará muy cuestionado al congreso regional del partido. La asamblea de Gijón, la agrupación más importante en número de afiliados, castigó la gestión de su ejecutiva, con un 62 por ciento de votos en contra, y dio un rotundo varapalo del que no se libró ni la comisión de Ética, que preside la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso.

Aunque diversas fuentes de la nueva dirección dan por hecho que la labor de Javier Fernández saldrá adelante, eso sí con un aprobado raspado muy diferente de los sobresalientes de épocas pasadas, la realidad es que la gestión del presidente del Principado al frente de la FSA llegará muy comprometida al cónclave autonómico tras las votaciones celebradas entre ayer y hoy en las 74 agrupaciones socialistas de la región. El barbonismo frenó el cuestionamiento al secretario general saliente en algunos feudos como Laviana, Corvera y Siero, donde tienen mayor influencia, en cambio, algunos exconsejeros del Gobierno, que apoyaron a Adrián Barbón en la campaña de primarias, alentaron y secundaron el rechazo a la gestión del secretario general saliente.

Varapalo tenso en Gijón. La acalorada asamblea en la mayor agrupación se saldó con un castigo sin matices a Javier Fernández y a toda su ejecutiva. Y eso que el presidente de la gestora y rival de Adrián Barbón en las primarias autonómicas, José María Pérez, intervino en dos ocasiones para señalar que la votación tendría lecturas más allá de la sede gijonesa. "Comenté que el partido tiene que salvaguardar su imagen pública y apoyar a sus representantes", afirmó el portavoz socialista en el ayuntamiento de Gijón, que en su intervención destacó la labor de integración desarrollada por Javier Fernández tras encontrar la FSA totalmente dividida en 2000. El exconsejero Francisco Blanco, miembro de la ejecutiva regional, pidió la palabra para alentar a los afiliados "a votar en libertad", el ex consejero Faustino Blanco afirmó que en los últimos cinco años se había descuidado la presencia en el territorio y a la hora de votar tanto éste como la exconsejera de Cultura y Educación, Ana González votaron contra la gestión de la ejecutiva, mientras que el exalto cargo Alejandro Calvo se abstuvo. "Era un movimiento organizado", aseguraron desde el javierismo. Ni siquiera se libró del suspenso general la Comisión de Ética, que ha presidido la excaldesa Paz Fernández Felgueroso, quien trató de explicar, sin demasiado éxito, el alcance de las funciones de ese órgano. La tensión se palpó, increpaciones incluidas, en un cruce de comentarios entre Faustino Blanco y Francisco Villaverde.

Freno barbonista. El resultado de Gijón era esperado con gran expectación interna después de que Oviedo encendiera une mecha, que también llegó a otras de las agrupaciones con más afiliados de la región como Langreo (41% no y 35% abstención) y San Martín del Rey Aurelio (70 % no) donde se impuso con ventajas holgadas el suspenso a la gestión de la ejecutiva. Como en Mieres, la patria chica de Javier Fernández y del muy criticado secretario de organización, Jesús Gutiérrez, donde el 31% votó en contra y el 68% se abstuvo. El nuevo secretario general de la FSA, Adrián Barbón, puso freno en su feudo, Laviana, donde el respaldo a la ejecutiva saliente arrolló con un 78% si bien casi el 80% reprobó a la Comisión de Ética. Otros dirigentes barbonistas destacados como el alcalde de Corvera, Iván Fernández, y Gimena Llamedo, en Parres, pidieron el apoyo a la ejecutiva saliente con argumentos como la necesidad de tender puentes, ser generosos en la victoria y la puesta en valor de 17 años de gestión del secretario general saliente, respectivamerte. Iván Fernández, no obstante, recalcó que "tan legítimo es votar a favor como en contra". En Avilés, el 75 por ciento respaldó la labor de la ejecutiva de Javier Fernández, que también se impuso en Morcín, Llanes, Tineo, Pravia, Colunga, Villaviciosa, Carreño, El Franco y Siero, donde Guillermo Martínez pidió expresamente el apoyo a la ejecutiva.