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El reparto de delegados al congreso permitirá salvar la gestión de Javier Fernández en la FSA

Las cinco mayores agrupaciones de la región desaprueban el último mandato orgánico del presidente del Principado

El reparto de delegados al congreso permitirá salvar la gestión de Javier Fernández en la FSA

El reparto de delegados al congreso autonómico permitirá salvar, sin holguras, la gestión de Javier Fernández al frente de la Federación Socialista Asturiana (FSA), según coincidieron ayer diversas fuentes socialistas de ambas corrientes a la vista de los datos provisionales de las asambleas celebradas en las 74 agrupaciones de la región. El visto bueno a la gestión de la ejecutiva regional contaría, según esas estimaciones, con un respaldo por debajo del 60 por ciento de los más de 350 delegados con derecho a voto en el congreso autonómico que tendrá lugar en Oviedo el próximo fin de semana.

El rechazo mayoritario en las cinco agrupaciones más influyentes de la región, Gijón, Oviedo, Mieres, Langreo y San Martín del Rey Aurelio, al último mandato de Javier Fernández al frente de la FSA ha resultado decisivo para que la valoración no vaya a ser, ni de lejos, similar a la alcanzada en anteriores cónclaves regionales, donde sumaba respaldos del 90% de los delegados. La contestación interna a la ejecutiva de Javier Fernández ha venido marcada por la convulsión que ha sacudido al socialismo asturiano y nacional en el último año. Además de las cinco agrupaciones grandes, también Castrillón, Ribadedeva y Allande figuran en la lista de asambleas críticas con la última etapa de Javier Fernández.

En medio del cuestionamiento en las agrupaciones de mayor peso, donde ganó Adrián Barbón, el secretario general electo pidió el voto favorable a la gestión de la ejecutiva en su agrupación, Laviana, al igual que Iván Fernández en Corvera y Gimena Llamedo en Parres. Pese a estos respaldos, en círculos javieristas se interpreta el voto dividido del barbonismo a la gestión de Fernández como una reprobación interna que, sin duda, pasará factura al Gobierno regional en la segunda mitad de la legislatura, y que estaba "organizada": en Gijón el suspenso a la ejecutiva fue alentado por exconsejeros que habían mostrado su apoyo en las primarias a Barbón, como Faustino Blanco y Ana González; el ex alto cargo Alejandro Calvo se abstuvo. La lectura es muy distinta en las filas barbonistas, donde esgrimen que los afines a José María Pérez no se han movilizado en estas asambleas para tensar el congreso. Para que la gestión del Presidente al frente de la FSA salga adelante necesitará sumar además del 36% que, aproximadamente, suman los delegados de José María Pérez, cerca de un 20 por ciento de los que apoyan al ganador de las primarias, un objetivo factible visto el desarrollo de las asambleas, pero sujeto a sorpresas y movimientos de última hora. "La votación sobre la gestión de Javier Fernández, en lo que dependa de nosotros, saldrá adelante. Otros tendrán que determinarlo", afirmó ayer Pérez. La alcaldesa de Avilés, una de las agrupaciones que avalaron la gestión de Javier Fernández, avisó que el "castigo" al secretario general saliente supone "una ruptura" con la cultura del partido. "Es una de las cabezas pensantes más claras del socialismo español. Es lógico que sienta el apoyo y aliento de los socialistas asturianos. Es muy ingrato que haya personas en la organización que no reconozcan esa situación. No tener la generosidad de decirle que estamos con él es debilitarlo", declaró a LA NUEVA ESPAÑA Mariví Monteserín.

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