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El sueño americano de un joven futbolista

El gijonés Sergio García Meana encontró en la Liga universitaria de Texas la posibilidad de compatibilizar el deporte con los estudios de Derecho

El equipo en el que practica fútbol americano el gijonés. S. G. M.

La historia de Sergio García Meana (Gijón, 1993) es la de la revitalización de dos décadas de inagotable pasión por el fútbol desde que, con tres años, empezó a dar patadas al balón en el equipo del colegio Las Dominicas de Gijón. Aquel niño, contagiado por el ambiente futbolero familiar y la dedicación de su hermano Néstor a este deporte, fue creciendo y debutando con escuadras de distintas categorías hasta alcanzar la Regional con equipos asturianos como El Berrón, el Racing de la Guía o La Camocha.

Pero, con el inicio de su etapa universitaria, las jugadas comenzaron a complicársele. "Llegó un punto en que sentía que no me compensaba seguir entrenando, lo hacía de manera amateur; si ganaba algo, me lo dejaba en los desplazamientos". García Meana salía de su casa en Gijón a las nueve de la mañana para llegar a tiempo al campus del Cristo de la Universidad de Oviedo, donde había comenzado Derecho. "El ir y venir era lo más sacrificado, acababa agotado a las doce de la noche, así que supe que tenía que elegir: la carrera o el fútbol".

Entonces sonó el teléfono. Una llamada que lo cambió todo. "Una empresa me ofreció una beca para ir a estudiar a Estados Unidos, donde podría formar parte de un equipo universitario", relata el deportista gijonés, que hace dos meses hizo las maletas con destino a la ciudad texana de Laredo, situada en el límite de la frontera con México.

Decidido, Sergio García editó un vídeo con una demostración de sus jugadas y lo mandó a los entrenadores de las ligas estadounidenses de soccer (como se conoce al fútbol en EE. UU.). La respuesta le llegó en forma de una beca para jugar con el equipo de Laredo Community College, la universidad estadounidense donde el joven futbolista ha descubierto "el mejor sitio posible para poder compatibilizar deporte y estudios, y además vivir el fútbol como un auténtico profesional".

Entre clases orientadas a una carrera en gestión deportiva, la continuación de su formación en Derecho a través de una universidad a distancia y entrenamientos a primera hora de la mañana, "para poder combatir los 38 grados centígrados que suele hacer aquí en Texas". Así comienza el "sueño americano" del asturiano Sergio García Meana. Un deseo convertido en realidad que comparte con dos españoles, dos jamaicanos, un nigeriano, un italiano, un colombiano y unos cuantos mexicanos, entre otros chavales que integran su equipo y, como él, también son "estudiantes atleta".

Y es que, "antes que atleta, eres estudiante y, para poder jugar, primero debes cumplir con tus obligaciones académicas: asistir a todas las clases, hacer horas comunitarias y de biblioteca?", explica García Meana. Cumplido este "trámite", el futbolista gijonés describe la liga universitaria texana como "corta, pero muy intensa". Comenzó en julio y, a razón de dos partidos semanales que se juegan dentro de los límites estatales, Laredo Community College debe tratar de ganarse en el plazo de cinco meses un puesto en play-off, que se disputará en Navidad. Los mejores equipos texanos representarán al Estado en la final nacional, que supone el fin de la liga universitaria.

"Me costó tomar la decisión de marcharme y echo de menos a mi familia, pero aquí todos los jugadores estamos en una situación parecida y hacemos muchos planes juntos. Me estoy haciendo muy fácilmente a la vida aquí porque la sociedad estadounidense, además, es muy abierta y cálida". No solo eso, sino que también tienen una visión "muy diferente" de lo que valen las cosas: "Como la universidad es muy inaccesible para ellos por el elevado coste que tiene, que tú llegues a ella por tener la habilidad de jugar bien a cualquier deporte lo valoran muchísimo", explica García Meana, en medio de un periplo estadounidense que podría prolongarse al menos un año más.

Entre tanto, el joven gijonés ya planea sobre sus inquietudes profesionales. "Me gustaría compaginar el derecho con el deporte, para lo que me gustaría hacer un máster en derecho deportivo, un campo emergente en el que pienso que tendría posibilidades", adelanta. El "sueño americano" de Sergio García Meana no solo le permite compatibilizar su mayor hobby con sus estudios, sino que, además, le está ayudando a descubrir un punto de encuentro entre ambas facetas. Será, no obstante, en el plano futuro. Hasta entonces, el "soccer" tiene representación asturiana en Texas.

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