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Alcaldes de distinto signo político apoyan las batidas de lobos con cazadores

"Es la medida más ágil, efectiva y económica", afirma el regidor popular de Peñamellera Baja, que respalda la gestión socialista de la especie

Alcaldes de distintos signos políticos de toda Asturias apoyan las batidas de lobos con cazadores, que la Consejería de Medio Ambiente autorizará para atajar los daños en la ganadería. Regidores del PP y de Foro de los concejos más conflictivos respaldan la medida anunciada por el Gobierno socialista, que califican de "necesaria", pese a que la Fiscalía ha abierto una investigación. Los gobiernos locales de la zona rural advierten que los ataques de la especie no sólo están mermando la cabaña ganadera, sino que además afectan a la producción de quesos tan singulares como el gamonéu o el cabrales. "La participación de cuadrillas es la manera más ágil, efectiva y económica de controlar el lobo", subraya el alcalde popular de Peñamellera Baja, José Manuel Fernández.

Su gobierno es uno de los muchos que en las últimas semanas remitieron escritos a la Consejería de Medio Ambiente pidiendo una actuación urgente frente al lobo. Así lo hizo también el Ayuntamiento de Onís, cuyo alcalde, José Manuel Abeledo (PSOE), propuso incluso al Principado la realización de las batidas que ahora encienden a los ecologistas. "Pedimos al Gobierno que pusiese en marcha nuevas medidas de control que figurasen en el II Plan del lobo y en casos graves, como el de Onís, permitir batidas", explica Abeledo. Los cazadores de este municipio están a la espera de recibir las autorizaciones para empezar a abatir ejemplares en todo el territorio, a excepción del parque nacional.

El concejal de Medio Rural del gobierno popular de Cangas de Onís, Gonzalo Suero, se muestra también "a favor" de las batidas de cánidos salvajes, pues su descontrol está generando "un problema económico en la comarca". "Hay que cumplir de verdad el plan. Vamos a enviar una carta a la Viceconsejería de Medio Ambiente para mostrarles nuestro apoyo y solicitar la realización de batidas en el concejo", afirma. A nivel regional, el PP siempre ha pedido declarar al lobo especie cinegética y "estar del lado del ganadero".

Por ahora, los cánidos salvajes en Asturias están protegidos y, por eso, la medida que plantea el Gobierno regional de cazarlo de manera puntual y siempre bajo supervisión de la Guardería del Medio Natural ha despertado muchas dudas. El edil cangués del PP reclama en este sentido "cobertura legal" para los cazadores. Medio Ambiente asegura que la actuación "está dentro de la legalidad", ya que así lo contempla el II Plan de gestión del lobo y el reglamento de caza de 1991 en su artículo 5.2: "Excepcionalmente, se podrá autorizar la caza sobre especies no declaradas como cinegéticas cuando esté justificado por razón de daños o de índole biológica". Pese a ello, científicos y ecologistas no lo ven tan claro y algunas organizaciones conservacionistas ya han amenazado con denunciar por vulnerar la directiva de hábitats. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) ya ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente la medida regional -el viernes comunicó que la investigará- y está dispuesto a llegar hasta Bruselas.

El alcalde de Peñamellera Alta, José Antonio Roque, de Foro, también es "favorable" a las batidas. "En la sierra del Cuera, donde no deben estar los lobos, los daños son exagerados. Y aquí la gente vive de las bajas pensiones del campo", defiende Roque. "El tema del lobo se nos fue de las manos", apunta el casquista. En cambio, en Candamo y en Illas sus regidores son más comedidos en sus palabras. "Nosotros solicitamos en un escrito conjunto con Las Regueras e Illas que se cumpliese el plan del lobo y que se tomaran medidas, ya que esta zona debe estar libre de la especie. A partir de ahí, es política de Consejería y nosotros no tenemos nada más que decir", expresa la socialista Natalia González, al frente del gobierno de Candamo.

Un discurso parecido utiliza el alcalde Illas, Alberto Tirador, de IU: "Aquí el lobo no tiene que estar y así se lo trasladamos al Principado. Pero nunca dijimos qué medida debían tomar ni por supuesto pedimos batidas. Eso no nos compete a nosotros, sino a la Consejería".

Las primeras batidas con cazadores, dentro de las zonas de presencia esporádica de la especie (no hay cupo de ejemplares a abatir), está previsto que se desarrollen entre Illas, Candamo y Las Regueras. Para ello, antes la Consejería de Medio Ambiente tiene que autorizar por escrito la intervención de los cazadores, que en este caso no pueden ser más de quince. La Guardería del Medio Natural estará presente en todas las batidas para controlar y llevarse las piezas de los animales muertos. Los cazadores, que respaldan también las batidas, advierten que matar lobos no es fácil, ya que son "muy inteligentes".

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