El Aula Magna del edificio histórico de la Universidad es un espacio curioso para pasar revista al progreso. O no tanto. Enseguida uno de los "conversadores" hará notar que los retratos de rectores que decoran la sala tienen cada uno su código QR, su puerta de entrada virtual al conocimiento. En este lugar sólo parcialmente anacrónico se buscan estrategias para acompasar la enseñanza y la comunicación al ritmo de avance que está cambiando la sociedad a velocidad de vértigo. En el congreso "Gobernanza, confianza y cultura del riesgo", en el turno de análisis de la adaptación de la educación al progreso, el sociólogo José Félix Tezanos traza el contexto identificando un "cambio de paradigma", una "gran mutación social" que opera a una velocidad que en las aulas desconcierta.
En esta sociedad en la que "los universitarios de hoy van a tener trabajos que ni siquiera existen", los tiempos avanzan a una velocidad tal que "no sabemos qué enseñar para la sociedad que viene". Ni qué ni cómo. La "gran paradoja" quedará formulada cuando el profesor se refiera a "las enormes oportunidades" de esta revolución tecnológica que "nos pone a un paso de la utopía perfecta", pero a la vez remarca la certeza de que a pesar de todo "la humanidad está en crisis".
Hablando desde la desorientación del aula, pero con "optimismo" y "confianza absoluta en las nuevas generaciones", Domingo Martín, profesor de Ingeniería Geológica en la Universidad Politécnica de Madrid, encuentra "cierta desconexión entre el conocimiento y la transmisión de ese conocimiento". En la línea del discurso dominante que ganará adeptos en la sala, él pone la carga del trabajo pendiente en el lado de los profesores, que seguirán siendo el eje del sistema, pero que en la situación actual "nos encontramos con unas formas de enseñanza a las que no estamos acostumbrados".
También cuando se prueba a abordarlo desde la esquina de la comunicación, el problema es la incertidumbre. Que "no hay viento favorable para el que no sabe adónde va". Marco Masip, responsable de análisis estratégico, internet y medios en Telefónica, ha citado a un expresidente de la compañía, Cándido Velázquez, para su retrato de una sociedad que puede haber cambiado el paradigma, pero que aún tiene pendiente la tarea de identificación del sustituto, del nuevo modelo. En su sector, en esta sociedad gobernada por la tecnología, manda con particular intensidad esa inseguridad respecto al futuro que también subraya Gonzalo Martínez Peón, subdirector de LA NUEVA ESPAÑA, cuando se refiere a un mercado de naturaleza cambiante "en el que nadie sabe moverse", "es difícil planificar hacia dónde queremos ir" y todavía, por ejemplo, "la publicidad online se distribuye al azar".
