La acumulación de factores de riesgo cardiovascular eleva exponencialmente la posibilidad de sufrir enfermedad renal crónica, es decir, la pérdida progresiva de las funciones del riñón, hasta necesitar tratamiento renal sustitutivo (diálisis o trasplante). Así lo muestra el análisis llevado a cabo sobre una muestra de 11.505 sujetos, representativa de la población española (Estudio ENRICA), realizado por especialistas de cuatro hospitales y dos universidades españolas: concretamente el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Hospital Torrecárdenas de Almería, el Hospital Reina Sofía de Córdoba, y el Doce de Octubre (Madrid), junto a la Universidad Católica Santa Teresa de Jesús (Ávila) y la Universidad Autónoma de Madrid.

Los expertos de Sociedad Española de Nefrología inciden en "la profunda correlación entre las enfermedades del riñón y el corazón y la importancia de mantener estilos de vida saludables para prevenir ambas".

La citada investigación ha analizado la relación entre la enfermedad renal crónica y diez factores de riesgo cardiovascular: edad, hipertensión arterial, obesidad, obesidad abdominal, tabaquismo, LDL colesterol elevado, HDL colesterol disminuido, hipertrigliceridemia, diabetes y sedentarismo. Según los resultados, mientras que la prevalencia de la enfermedad renal en sujetos sin factores de riesgo cardiovascular apenas se sitúa en el 4,5 por ciento, ésta se eleva por encima del 52 por ciento en pacientes que presentan entre los ocho y los diez factores de riesgo analizados.

Los investigadores han corroborado que la prevalencia va subiendo de forma "progresiva y exponencial" de acuerdo con la acumulación de factores de riesgo. Alcanza ya al 10,4 por ciento de la población con sólo dos factores de riesgo, y así hasta llegar al mencionado 52,3 por ciento de sujetos con ocho o diez factores de riesgo.

A la luz de estos resultados, y con motivo de la celebración del Día Mundial del Corazón, la Sociedad Española de Nefrología, presidida por la doctora María Dolores del Pino, una de los diez autores de este estudio, ha subrayado la profunda correlación entre las enfermedades del riñón y el corazón y la importancia de mantener estilos de vida saludables para prevenir ambas.

Las muertes producidas por la enfermedad renal crónica han aumentado un 82 por ciento entre 1990 y 2010 en todo el mundo, una cifra solo superada por el VIH/SIDA y la diabetes. A pesar de ello, existe un gran desconocimiento de las enfermedades renales por parte de la población y, en particular, de su relación con la enfermedad cardiovascular, ebfatiza la Sociedad Española de Nefrología.